LONDRES.- Agentes de la unidad antiterrorista de la policía británica siguen investigando hoy sábado un carguero interceptado en el Canal de Mancha, sospechoso de llevar "material terrorista", mientras el país está en alerta máxima ante el riesgo de un ataque.
El carguero MV Nisha fue interceptado el viernes en aguas internacionales por la fragata británica HMS Sutherland, después de que los servicios secretos recibieran de fuera del país informaciones de que la embarcación podría transportar material utilizado para ataques terroristas.
Los servicios secretos británicos siguen de cerca los movimientos de otras 20 embarcaciones, según Andrew Linington, del Sindicato Nacional de Oficiales de Transporte, ante el riesgo de un ataque terrorista, que, de acuerdo con un informe del Gobierno británico, puede tener como blanco la ciudad de Londres.
El MV Nisha, perteneciente a la empresa British Arm of The Great Eastern Shipping Company, de Bombay (India), lleva una carga de 26 toneladas de azúcar no refinado con destino a la refinería de Silvertown, en el este de la capital británica, donde debía llegar a través del río Támesis.
El carguero se encuentra hoy delante de la costa de la isla de Wight, donde está vigilado por la fragata de la Marina británica mientras los investigadores realizan el registro a bordo.
La advertencia recibida por los servicios secretos indicaba que el barco podría transportar material para fabricar bombas o armas, pero no señalaba la posibilidad de que llevara armas químicas o biológicas, según fuentes británicas.
Entre los factores que contribuyen a aumentar las sospechas sobre el carguero destaca el itinerario que ha seguido, en el que figura el puerto de Yibuti, cercano a Somalia, país que ha sido vinculado con Al Qaeda, organización terrorista dirigida por Osama bin Laden, el principal sospechoso de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.
El cargamento de azúcar procede de la isla Mauricio, pero antes el carguero estuvo en Yibuti, donde descargó cereales que transportó desde Tampa (Estados Unidos).
"Se nos ha dicho que todos estos lugares están presuntamente vinculados a Al Qaeda", dijo Sudhir Milij, presidente de British Arm of the Great Eastern Shipping Company.
Desde la mañana del viernes, en que fue interceptado el MV Nisha, agentes de la unidad antiterrorista realizan un minucioso registro y hasta el momento no se ha encontrado nada que confirme las sospechas, según portavoces de la policía.
El primer ministro británico, Tony Blair, dejó claro el viernes que ante el posible riesgo de un ataque, "no dudaremos en tomar las medidas que consideremos necesarias para investigar una potencial amenaza".
Los servicios de seguridad en el país están en máxima alerta ante la posibilidad de un ataque nuclear sobre el territorio nacional o un atentado con bomba e incluso con armas químicas y biológicas en el Metro de Londres durante el periodo navideño, según revela un informe del ministro del Interior, David Blunkett.
El mencionado documento fue presentado el viernes en un tribunal de Londres para convencer al juez de que denegara la libertad bajo fianza solicitada por el marroquí Djamel Ajouaou, detenido esta semana junto con otros siete hombres sospechosos de estar vinculados con el terrorismo internacional.
"La presencia de extremistas en el Reino Unido en estos momentos y en un futuro cercano crea un situación de emergencia pública ante la amenaza de la vida de la nación", afirma el documento del ministerio del Interior.
"Tanto si está muerto como si no, los aliados de Bin Laden necesitan urgentemente restablecer su capacidad y propósitos para recuperar el terreno que han perdido desde el 11 de septiembre: intentarán conseguirlo mediante ataques terroristas", añade.
El ministerio del Interior manifiesta además que en el Reino Unido hay varios extranjeros sospechosos "de preparar o instigar actos de terrorismo internacional".