LONDRES.- La estrategia estadounidense en Irak, revisada en enero por el presidente George W. Bush, quien decidió enviar a 30.000 militares en refuerzo, parece abocada al fracaso, advierten los diputados británicos en un informe que será divulgado el lunes.
"Es demasiado pronto para hacer una evaluación definitiva” de la nueva estrategia estadounidense "pero no parece que vaya a tener éxito", concluyó el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de los Comunes.
"Pensamos que el éxito de esta estrategia dependerá al final de la capacidad o no de los políticos iraquíes para ponerse de acuerdo sobre unas cuantas cuestiones clave", agregó.
El Comité insta al gobierno británico a revelar las medidas que prevé aplicar para facilitar la reconciliación política entre chiitas, kurdos y sunitas en Irak, y a aportar pruebas del apoyo de Irán a los insurgentes en el sur del territorio iraquí.
El primer ministro británico, Gordon Brown, quien por ahora ha descartado una retirada de las tropas británicas mientras las fuerzas iraquíes no estén en condiciones de hacerse cargo de la seguridad, tiene previsto dar a conocer sus planes ante el Parlamento en octubre.
La prensa anticipa que Brown está a la espera de conocer los resultados de un informe estadounidense sobre la situación en Irak y es muy probable que anuncie a los parlamentarios el regreso paulatino de los 5.500 efectivos desplegados cerca de la localidad portuaria de Basora, en el sur.
El jefe del contingente estadounidense en Irak, general David Petraeus, y el embajador de Estados Unidos en Bagdad, Ryan Crocker, deberán hacer un balance de la estrategia norteamericana en Irak antes de mediados de septiembre ante el Congreso.