SIDNEY.- El mal tiempo dificulta hoy el rescate de decenas de inmigrantes ilegales que viajaban a bordo de un barco que se hundió ayer en la isla australiana de Christmas en el Océano Índico, informaron fuentes oficiales.
Por ahora están confirmados 28 muertos, pero se espera que la cifra aumente hasta al menos 50 porque todavía se desconoce el número exacto de pasajeros, afirmó el ministro de Inmigración, Chris Bowen.
Un total de 44 personas -entre ellas once niños- fueron rescatadas con vida.
Algunos residentes de la isla señalaron que la tragedia pudo haberse evitado si se hubiera respondido antes a los mensajes de socorro del navío indonesio, escoltado por un patrullero naval.
Pamela Curr, una activista a favor de los derechos de estos inmigrantes, aseguró a Efe que los vecinos escucharon los gritos procedentes del barco, y durante 30 minutos llamaron por teléfono a la Marina sin que nadie contestara.
El Partido de los Verdes pidió que una comisión independiente investigue los hechos, porque no entienden como el potente radar militar de Christmas no detectó la embarcación, y tampoco se sabe cuándo llegaron al naufragio los agentes de aduanas.
Miles de inmigrantes viajan todos los años a Australia en busca de trabajo y una vida mejor, y un 2 por ciento pide asilo porque vienen de zonas de conflicto como Afganistán, Irak o Sri Lanka.
Si son interceptados, la política oficial australiana impide su entrada al país para reubicarlos luego en terceros países o trasladarlos a Christmas, que actualmente aloja a unos 6.000 refugiados que llegaron en 2010.
