BERLIN.- La canciller alemana, Angela Merkel, defendió hoy el nuevo paquete de ayudas para Grecia al tiempo que expresaba su "comprensión" por el escepticismo que pueda despertar, visto que el pasado de Atenas ha decepcionado a sus socios.
El tercer paquete de ayuda, que aprobó ayer el Parlamento alemán (Bundestag) con amplia mayoría, es "necesario", apuntó la canciller, en declaraciones que publicará mañana el dominical "Bild am Sonntag".
Al mismo tiempo, es preciso que derive en las "mínimas cargas adicionales posibles", añadió Merkel, quien rechazó las acusaciones del opositor Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), según el cual su gobierno no ha dicho la verdad acerca de sus efectos financieros.
"Conozco mis obligaciones e informo siempre debidamente al ciudadano. Seguiré haciéndolo, por el bien de Alemania y de Europa, y procuraré que las consecuencias financieras sean lo más mínimas posible", prosigue Merkel según el dominical de ese popular medio.
La canciller afirma asimismo comprender "el escepticismo de muchos ciudadanos", ya que "en los últimos años Grecia decepcionó a sus socios", al no cumplir los compromisos adquiridos.
Merkel se muestra sin embargo convencida de que la situación ha cambiado e insiste en que ayudar a ese país, "amenazado por la insolvencia", es también actuar en "interés de Alemania" y de toda Europa.
Las declaraciones de la canciller se producen después de que el Parlamento aprobase ayer el tercer paquete de ayudas para Grecia con los votos de buena parte de los diputados de la coalición de gobierno y el respaldo mayoritario de los opositores socialdemócratas y verdes.
La única formación que votó en bloque en contra fue La Izquierda, que anunció pedirá al Tribunal Constitucional (TC) que examine si la constitucionalidad de ese nuevo paquete de ayuda.
Pese a su apoyo, el líder del grupo socialdemócrata, Frank-Walter Steinmeier, acusó al Ejecutivo de no decir toda la verdad sobre la situación y de aplazar, para después de las elecciones generales de otoño de 2013, una quita a la deuda griega que considera inevitable.
Al comienzo del debate, el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, subrayó los progresos realizados por Grecia para afrontar su crisis financiera y de la deuda, aunque pidió paciencia para que el socio europeo consiga afrontar la situación.