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Santiago: Jueves 21 de noviembre del 2024 | Actualizado 13:49
ATENAS.- El ministro griego de Finanzas, Yannis Sturnaras, no excluyó que el año próximo sea necesario imponer nuevas medidas de ajuste, aunque insistió en que no habrá recortes "horizontales" en salarios y pensiones.
"No podemos decir que no habrá ninguna medida" ante un déficit de financiación de 500 millones de euros en 2014, sostiene Sturnaras en una entrevista que publica hoy el diario "Ta Nea".
El ministro insiste, sin embargo, en su negativa rotunda a todo recorte generalizado de pensiones y salarios, como tampoco da por buenos los cálculos de la troika, que estima que el déficit de financiación de Grecia rondará el próximo año los 2.500 millones de euros, por lo que ha pedido un ajuste de esa magnitud.
Pese a rechazar reducciones generalizadas de las pensiones, Sturnaras sí deja entrever que habrá nuevos recortes en las prestaciones sociales.
"Nosotros reconocemos que necesitamos 500 millones de euros, en comparación a los 2.500 millones de la troika. Pero estos 500 millones tienen que proceder de alguna parte. Y puesto que el problema del 'agujero' es culpa de los fondos de la seguridad social, será allí donde habrá que buscar", reconoce.
En los últimos tres años, se han aplicado ya tres grandes recortes a las pensiones, y los jubilados han visto reducir sus ingresos en torno al 30 %.
En general, los ingresos disponibles de los griegos han disminuido desde 2008 en torno a un 40 %, entre recortes de salarios y pensiones y subidas de impuestos.
A comienzos de noviembre, el equipo de la troika formada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), retoma su inspección de las cuentas griegas, esta vez centrada en los cálculos presupuestarios del próximo año.
En total, Sturnaras había calculado que la llamada "brecha" financiera sumaría el próximo año en torno a 5.000 millones de euros y 10.500 millones hasta finales de 2016.
En los presupuestos generales de 2014 ya hay previstos ahorros por unos 4.000 millones de euros, lo que en principio debería dejar el "agujero" en 1.000 millones.
Sturnaras oficialmente solo habla de 500 millones de euros, mientras que la troika insiste en que son 2.500 millones de euros los que todavía habrá que ahorrar, pues considera que los presupuestos son demasiado optimistas en lo que respecta a la recaudación fiscal y que subestiman el gasto social.
