BERLÍN.- Eslóganes en las paredes, órganos de animales en los buzones derivaron en que el centro juvenil antifascista "Freiraum" denunciara un incremento de los ataques neonazis en las proximidades del campo de concentración nazi de Dachau, publica hoy el diario alemán "Sddeutsche Zeitung".
A pesar de las denuncias, las fuerzas de seguridad de la zona no creen que haya por qué preocuparse. El portavoz de la policía local, Michael Richter, calificó estos actos de "hechos aislados".
Sin embargo, cuando el diácono Klaus Schultz sale a la orilla del río Amper siempre lleva un cuchillo consigo. No porque Dachau sea una zona peligrosa, sino para poder quitar las pegatinas racistas de los árboles del camino.
Los rayados emergen cada vez con mayor frecuencia en la ciudad, en las estaciones de trenes, en las escuelas o en la locomoción de la ciudad.
"Sólo hay que tener los ojos abiertos para verlos", indica Schultz de la iglesia evangélica sobre el lugar conmemorativo del campo de concentración.
Los ataques neonazis son cada vez más frecuentes. El último tuvo lugar la noche del 11 al 12 de febrero cuando el centro juvenil antifascista "Freiraum" amaneció con pintadas en su fachada como "Cerdos judíos", "NSU" (célula terrorista neonazi autodenominada "Clandestinidad Nacionalsocialista" por sus siglas en alemán), "Anti-Antifascistas" y "White Power" (Poder blanco), junto a numerosas esvásticas.
Previamente a este acto vandálico, en julio de 2011 tuvo lugar un incendio motivado presuntamente por la escena de la extrema derecha y a mediados de 2013 el número de ataques se convirtió en algo cada vez más frecuente habiendo casi uno cada mes.
Incluso llegó a aparecer en diciembre un órgano de un animal, presuntamente un corazón de cerdo, en un sobre donde habían escrito "última advertencia" y que introdujeron en un buzón del centro juvenil antifascista.
"Centros juveniles como Freiraum en Dachau y Kafe Marat en Múnich son objetivos frecuentes para ataques de la extrema derecha", explica al diario alemán el Centro de Información contra Extrema Derecha (Firm) en Múnich.
"Los neonazis quieren intimidar a sus rivales políticos y la policía intenta convertir los acontecimientos en hechos marginales", afirma el portavoz de "Freiraum", Marius Arndt. Pero, en su opinión, silenciar los actos neonazis no ayuda a resolverlos.