EFE
BEIJING.- Unos 200 familiares de los 154 pasajeros chinos del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, que la línea aérea dio la pasada noche por caído en el sur del océano Índico, marchan hoy hacia la embajada de ese país en Beijing para protestar sobre la gestión del desastre y exigir más información.
Los familiares, a los que hasta ahora se había mantenido en un hotel del noreste de la capital china, decidieron dirigirse hacia la legación después de que no se celebrara una rueda de prensa que esperaban en torno a las 10.00 hora local, según explicaron testigos presenciales.
Con semblante exhausto y muchos con lágrimas en los ojos, los manifestantes muestran pancartas en las que se leen mensajes como "MH370, no nos hagas esperar demasiado", "Hijo, tu padre y tu madre tienen el corazón destrozado", "Marido, vuelve a casa pronto, ¿qué van a hacer tu esposa y tu hijo sin ti?" o "Malaysia Airlines, dinos la verdad".
Muchos de ellos visten camisetas blancas con el lema "Bendito sea el MH370", que han llevado puestas durante las más de dos semanas desde que desapareció el vuelo que cubría la ruta Kuala Lumpur-Beijing con 239 personas a bordo, cerca de 40 minutos después de despegar el 8 de marzo.
Los manifestantes son escoltados por la Policía china, que también estableció un anillo de seguridad en torno a la embajada de Malasia.
Les acompañan asimismo varios autobuses, en los que iban a haberse desplazado originalmente a la embajada, y ambulancias.
Malaysia Airlines notificó el lunes por la noche a los familiares de los viajeros del vuelo MH370 que nuevos análisis de los datos facilitados por los satélites arrojan "más allá de toda duda razonable" que el avión cayó al agua en el sur del Índico al oeste de la ciudad australiana de Perth.
La compañía, que envió también un mensaje de texto en inglés a los familiares, precisó que no hubo sobrevivientes.
Al recibir la comunicación, se sucedieron numerosas escenas de llanto y dolor en el hotel donde se encontraban los familiares.
Varios de ellos publicaron de madrugada un comunicado en el que expresan su rabia contra la aerolínea, el gobierno y los militares de Malasia, a quienes acusaron de "haber escondido la verdad", causando "destrucción psicológica y mental" de los parientes que durante 18 días se agarraron desesperadamente a la posibilidad de que los pasajeros siguieran vivos.
Los familiares chinos en Beijing han sido en las últimas semanas los más críticos con la gestión de las autoridades de Malasia de esta crisis, y los culpan en reiteradas ocasiones de ocultar datos sobre lo ocurrido y de no proporcionarles información veraz.
Mientras se vivía esta situación en el hotel Lido, los medios oficiales de la potencia asiática instaron a seguir buscando para constatar que el avión se hundió en el océano.