GINEBRA.- La ONU decidió hoy prorrogar un año más el mandato de la comisión que investiga los crímenes que ocurren desde hace tres años en la guerra civil en Siria y que ha reunido evidencias irrefutables de que se cometieron crímenes de guerra y contra la humanidad en ese país.
La comisión, que fue creada en septiembre de 2011 y está integrada por juristas de renombre internacional, elaboró hasta la fecha cuatro listas de responsables de tales crímenes, acompañadas de las pruebas correspondientes, con miras a un futuro proceso en un tribunal internacional.
Una resolución aprobada hoy en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU pide a los comisionados que continúen investigando y que le presenten en junio próximo un informe actualizado de sus indagaciones.
La comisión está presidida por el brasileño Sergio Pinheiro y la completan la exfiscal de los tribunales penales internacionales para Ruanda y la antigua Yugoslavia, la suiza Carla del Ponte, la académica estadounidense Karen Koning y el jurista tailandés Vitit Muntarbhorn.
El Consejo de Derechos Humanos reitera en la resolución -iniciativa de Reino Unido y Arabia Saudí- su petición al Gobierno sirio para que permita la entrada de los miembros de la comisión al país.
Debido a que los comisionados no han podido entrar a territorio sirio -salvo una visita no oficial realizada por Pinheiro-, éstos han basado sus investigaciones en miles de entrevistas con testigos directos y víctimas de crímenes, en el examen de documentos y pruebas visuales, así como en contactos por teleconferencia con personas que están dentro de Siria.
Cada denuncia tiene que ser corroborada, como mínimo, por dos fuentes confiables y sin relación entre ellas, mientras que la autenticidad de vídeos y fotografías se corrobora por rigurosos métodos de verificación.
Asimismo, el Consejo condenó las violaciones masivas del derecho humanitario internacional por parte de las autoridades sirias y sus milicias aliadas, incluyendo el uso de barriles explosivos, de misiles y de bombas de racimo, acciones que -agrega el texto- pueden equipararse a crímenes contra la humanidad y de guerra.
En el debate sobre la resolución, la delegación de Estados Unidos observó que, pese a sendas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU pidiendo un mayor acceso de la ayuda humanitaria en el país, no ha habido mejoras en este aspecto.
Sostuvo que más de 200.000 civiles viven en zonas bajo asedio armado y que 200 personas mueren cada día a causa del conflicto.
Rusia, por su parte, rechazó el documento por considerar que no condena lo suficiente las acciones de los grupos rebeldes, a los que acusó de una retahíla de atrocidades, como torturas, ejecuciones sumarias, violencia sexual y de utilizar niños como soldados.
Sobre la oposición armada, la resolución señala que es muy preocupante la expansión de los grupos extremistas que también cometen acciones contra la población inocente.