LONDRES.- La ley que autoriza los matrimonios entre parejas del mismo sexo entra mañana en vigor en Inglaterra y Gales, con varias de bodas ya programadas para este fin de semana.
La llamada "Ley del Matrimonio (para Parejas del Mismo Sexo)" recibió luz verde el año pasado en el Parlamento de Westminster, si bien sólo afecta a Inglaterra y Gales, pues Escocia ya aprobó la suya propia, que entrará en vigor a finales de año, mientras que la Asamblea norirlandesa aún no ha legislado al respecto.
Esta ley del matrimonio gay fue aprobada ocho años después de que entraran en vigor en el Reino Unido las uniones civiles en los Ayuntamientos para parejas del mismo sexo, que les confiere derechos y responsabilidades similares al matrimonio civil sin estar casados.
Con esas uniones, las parejas homosexuales tienen derecho, por ejemplo, a que uno de ellos pueda heredar el patrimonio del otro si éste muere, pero no pueden cambiar el apellido como en el caso de los casados.
En virtud de la normativa que entra mañana en vigor, las parejas del mismo sexo podrán contraer matrimonio como los heterosexuales en ayuntamientos y templos religiosos que lo autoricen, pero no por la Iglesia anglicana.
El Primer Ministro británico, David Cameron, ha sido un firme defensor del matrimonio homosexual, pese a las críticas de muchos de sus correligionarios conservadores y de la jerarquía anglicana.
De hecho, Gobierno británico tiene previsto izar mañana en algunos edificios gubernamentales la bandera del arcoiris que representa a los homosexuales para celebrar esta legislación.
El viceprimer ministro británico, Nick Clegg, instó a los británicos a "brindar" por la celebración de estas primeras bodas, un momento "muy trascendente" -dijo- para el Reino Unido.
El rechazo de la iglesia obligó a que la ley incluyese la prohibición de estos matrimonios en templos anglicanos.
No obstante, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, suavizó el tono en relación a este asunto al indicar que la iglesia ha aceptado que hay una ley que autoriza estas bodas.
"Creo que la Iglesia ha reaccionado aceptando completamente que esto es la ley, y debería reaccionar el sábado al continuar demostrando con palabras y acciones el amor de Cristo por todos los seres humanos", dijo Welby esta semana al diario "The Guardian".
Esos comentarios marcan un giro en el tono empleado hasta ahora después de que obispos anglicanos escribieran el mes pasado una carta en la que intentaban prohibir a los clérigos anglicanos homosexuales que pudieran casarse.
Según "The Guardian", al menos siete parejas de miembros del clero planean celebrar su boda, acogiéndose a la nueva ley.
La Iglesia anglicana se encuentra profundamente dividida cuando se trata del matrimonio gay al tiempo que Welby trata de evitar que ese cisma se extienda al Reino Unido, donde algunas congregaciones evangélicas conservadoras han amenazado con abandonar la Iglesia de Inglaterra si finalmente acepta que puedan celebrarse matrimonios homosexuales en sus templos.
Una reciente encuesta de opinión llevada a cabo por la emisora británica BBC Radio 5 halló que de entre 1.007 participantes en el sondeo un 68% consideró que las bodas gais deben ser permitidas frente a un 26% que se opone y resto no opinó.
Ese sondeo detectó además que las mujeres son más propensas a respaldar las bodas homosexuales que los hombres, con un 75% de apoyo femenino a esas uniones frente al 61 % de varones a favor.
Además, los homosexuales británicos que se hayan casado en el extranjero serán reconocidos en el Reino Unido también como matrimonios.