Reuters
BANGKOK.- El ejército tailandés, que tomó el poder en el país el jueves tras un golpe, convocó este viernes a más de un centenar de personalidades de los dos bandos políticos opuestos desde hace siete meses.
"En total, están convocadas 114 personas, la mayoría expolíticos del partido Puea Thai (gobierno depuesto) y del Partido Demócrata (oposición)", declaró un portavoz del ejército a la televisión.
El primer ministro depuesto, Niwattumrong Boonsongpaisan, y su gobierno deben "presentarse" ante el nuevo régimen, a las 10:00 horas locales, en un complejo militar al norte de Bangkok.
Éste se encuentra muy cerca de la representación regional de la ONU, que denunció el golpe de Estado.
Varios miembros de la familia Shinawatra también fueron convocados, entre ellos Yingluck, la ex primera ministra, cuyo hermano Thaksin, derrocado del mismo cargo en 2006 por otro golpe de Estado, es acusado de dirigir a su "clan" y al país desde el exilio.
El ejército tailandés dio el jueves un golpe de Estado, decretó el toque de queda y suspendió la mayoría de las libertades individuales, después de siete meses de crisis política y de manifestaciones.
El nuevo régimen tomó el nombre de Consejo Nacional para el Mantenimiento de la Paz y del Orden.
También ordenaron a los manifestantes de ambos bandos, que ocupaban diferentes lugares de Bangkok, que vuelvan a sus casas y han prohibido toda concentración de más de cinco personas. Los manifestantes empezaron a obedecer a finales de la tarde.
El nuevo Consejo suspendió también la Constitución, pero decidió conservar el Senado para poder "dirigir el país sin sobresaltos".
Las nuevas autoridades castrenses amenazaron con bloquear las redes sociales que "inciten a la violencia" o critiquen a las autoridades surgidas del golpe de Estado de la víspera.
Tres días después de decretar la ley marcial, destinada según el ejército a forzar el diálogo con los actores civiles de la crisis política, el poderoso jefe del Ejército, general Prayut Chan-O-Chan, apareció durante la tarde en televisión para explicar que el golpe de Estado era necesario "para que el país vuelva a la normalidad".
Este general destacó la violencia en el país, que dejó 28 muertos desde el comienzo de la crisis, a fines del año pasado.
"Todos los tailandeses deben mantener la calma y los funcionarios públicos deben continuar trabajando como de costumbre", agregó.
Pero al poco tiempo el portavoz del ejército anunció el toque de queda en todo el país a partir del jueves por la noche, "entre las 22:00 y las 5:00" locales.
Todas las televisiones y radios tuvieron también que interrumpir su programación y emitir los boletines del nuevo régimen militar.