María Corina Machado.
Reuters
CARACAS.- La opositora y ex diputada venezolana María Corina Machado afirmó este miércoles que el presidente Nicolás Maduro la sentenció al llamarla "asesina", "sin una sola prueba", en una jornada en la que la Fiscalía anunció que emitió una citación para que declare sobre un supuesto plan magnicida.
"Maduro me llamó asesina; me sentencia sin una sola prueba y sin defensa y sin juicio", indicó Machado a través de la red social Twitter.
Maduro llamó ayer "asesina" a la dirigente opositora, a la que el gobernante Partido Socialista (PSUV) señaló la semana pasada de estar implicada en un supuesto plan magnicida y de golpe de Estado.
El dirigente del PSUV Jorge Rodríguez denunció hace una semana que había "un complejo plan dirigido a acabar con la paz" que, según dijo, incluía un "magnicidio" y un "golpe militar" que ya fue abortado.
Para apoyar esa denuncia, Rodríguez mostró varios correos atribuidos a Machado en los que se podían leer mensajes supuestamente dirigidos a diferentes actores de la oposición venezolana.
En uno de ellos, la opositora supuestamente decía que había llegado la hora de acumular esfuerzos y obtener "el financiamiento para aniquilar a Maduro".
Luego de la reacción del presidente, la fiscal general, Luisa Ortega, informó que fueron emitidas órdenes de citación para que Machado junto a otros opositores comparezcan ante el Ministerio Público para declarar sobre ese supuesto plan.
La opositora asegura que las acusaciones del mandatario la han puesto como blanco de amenazas contra su vida y la de su familia.
"Maduro me ha difamado,expuesto al escarnio público e incitado al odio contra mí y mi familia", señaló Machado en la red social, y agregó: "Ud ha puesto en riesgo a mi familia; estoy recibiendo amenazas contra mi vida y la de ellos".
"Maduro, quién te dio la orden de escoger una mujer como blanco de tu ataque? Fidel Castro? El G2 cubano?", preguntó la opositora.
Machado fue despojada de su investidura como diputada después de que intentara participar en una sesión de la Organización de Estados Americanos (OEA) como parte de la representación de Panamá para denunciar la situación de vulneración de los derechos humanos que, dice, vive el país sudamericano.
