CARACAS.- La estructura de un edificio a medio construir de 45 pisos y que permanecía ocupada ilegalmente desde hace años por más de mil familias en Caracas podría enfrentar la demolición cuando se concrete el desalojo de sus habitantes, aunque el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que todavía analizan su destino final.
Soldados y funcionarios comenzaron esta semana a retirar a 160 familias, de un total de 1.150, que viven en la edificación de más de 190 metros de altura situada en el centro de la capital y que es conocida como la "Torre de David".
Los ocupantes son trasladados a departamentos construidos al sur de la capital.
"La Torre de David es famosa. Ese símbolo, digamos, de una situación extraña. Es un barrio vertical", describió este miércoles el Presidente chavista, Nicolás Maduro.
"Era asumido como algo negativo por la sociedad. Lo pudimos resolver, como se deben resolver los asuntos, con diálogo y comprensión", añadió.
Maduro reconoció como un error haber dejado que la gente viviera tanto tiempo en una estructura precaria.
"Hay algunos que proponen su demolición. Hay otros que proponen un centro económico. Hay algunos que proponen que se reconstruyan para viviendas", indicó el Mandatario. "Vamos a abrir debate sobre esto, y tomaremos la decisión más justa, correcta y lo más pronto posible".
Visiones dispares
El edificio fue abandonado en 1994, antes de su finalización, debido a la grave crisis del sistema bancario venezolano ocurrida entonces. Más tarde, en 2007, fue ocupado por más de 3.000 personas sin hogar.
Dentro de la torre incluso había pequeños negocios que abastecían con distintos productos a sus habitantes. El complejo incluye otra torre más pequeña, de 16 pisos de alto.
Varias caídas con resultado fatal se produjeron desde la inacabada estructura, según reportes policiales.
La singular "toma" ha generado reacciones dispares. Mientras muchos caraqueños, sobre todo los opositores al Gobierno, la consideran como un foco de criminalidad y símbolo de las "invasiones" a la propiedad alentadas en la era del fallecido Mandatario Hugo Chávez, sus residentes la consideraban como un "refugio" frente a la violencia delictual que se vive en los barrios pobres de la ciudad.
Los ocupantes, en su mayoría férreos defensores del chavismo, la consideraban también un "modelo" de comuna.
La estructura también despertó interés internacional: una exposición sobre ella ganó un premio en la Bienal de Arquitectura de Venecia de 2012.
Ahora que se concreta su desalojo, los moradores afirmaron que dejaban el edificio de forma voluntaria, tras recibir garantías de que iban a tener un lugar donde vivir.
La prensa local había mencionado que la torre podría ser vendida a inversores chinos para transformarla en un centro bancario. No obstante, no hubo ninguna referencia a un plan de ese estilo durante la reciente visita realizada por Presidente de China, Xi Jinping, a Venezuela.