MONROVIA.- El flagelo mortífero del ébola ha hecho que la gente no se dé más la mano cuando se saluda. En los taxis que solían amontonar pasajeros los conductores solo pueden llevar ahora cuatro personas o arriesgarse a recibir multas.
Se venden cubos de plástico para que la gente los llene con cloro y se desinfecte las manos.
Las autoridades de Liberia ordenaron el lunes que todas las víctimas fatales del ébola sean cremadas ya que el virus al que se atribuyen por lo menos 729 muertes en el oeste de Africa no da señales de parar. Por lo menos 17 cadáveres han sido abandonados en las calles de Monrovia en los últimos días, dicen funcionarios de la salud.
"La situación ha empeorado. Necesitamos un esfuerzo concertado, esta nación necesita ahora de todos", anunció el lunes el ministro de información Lewis Brown.
Africa occidental experimenta el peor brote de ébola en la historia y el virus ahora ha llegado a tres capitales africanas. La enfermedad nunca había afectado tanto los centros de población como ahora, con una tasa de mortalidad de por lo menos el 60%.
La situación es particularmente grave en Liberia, donde por lo menos 156 personas han sucumbido a la enfermedad, según Médicos sin Fronteras.
Algunos claman por una intervención divina. Más de 100 mujeres están ayunando en el centro de Monrovia. Dolphine Morris dijo que las oraciones deben acompañar otras medidas preventivas. "Nosotras, las mujeres cristianas y musulmanas, vemos esto como una empresa nacional: orar y pedir a Dios que libere Liberia del ébola".