BAGDAD.- Irak concentró este miércoles tropas con el objetivo de romper el asedio impuesto por los yihadistas del Estado Islámico (EI) a la ciudad turcomana chiíta de Amerli, cuyos habitantes carecen de agua y temen ser víctimas de una matanza.
El avance del EI -que proclamó un califato a caballo entre Siria e Irak- genera una creciente preocupación en la comunidad internacional.
Al menos nueve países han prometido o entregado armas a las fuerzas kurdas iraquíes, punta de lanza de la contraofensiva contra los yihadistas.
Paralelamente, según el "New York Times", el Presidente Barack Obama está a punto de tomar una decisión sobre bombardeos aéreos en Siria y busca constituir una coalición internacional.
Aviones de Estados Unidos empezaron a sobrevolar Siria para localizar las posiciones de los yihadistas del EI, pero Washington afirma que rechaza cualquier coordinación con Damasco ante el enemigo común.
El país norteamericano, que ha llevado a cabo un centenar de ataques aéreos contra las posiciones del Estado Islámico en el norte de Irak desde el 8 de agosto, planteó la semana pasada la posibilidad de extender estos ataques a la vecina Siria, tras la decapitación del periodista norteamericano James Foley por parte de los yihadistas.