ROMA.- El empresario italiano Marcello di Finizio, que se encaramó a la cúpula de la catedral de San Pedro del Vaticano el 21 de diciembre para protestar contra una directiva de la UE, desistió hoy en su empeño y descendió ayudado por miembros de la seguridad vaticana.
Di Finizio, dueño de un restaurante en el paseo marítimo de Trieste (nordeste), protestaba contra la directiva Bolkestein comunitaria que impone que salgan a subasta las concesiones de restaurantes balnearios a la orilla del mar a partir de 2020, lo que afectaría a su establecimiento.
Es la quinta ocasión en la que el empresario triestino se sube a la fachada de la Basílica Vaticana.
Esta vez, ha permanecido menos de 48 horas en la cornisa sobre la llamada Logia central, o de las Bendiciones, de la fachada de San Pedro, mientras que en las cuatro anteriores se había descolgado de la cúpula e instalado en uno de los ventanales, en el que pasó varios días.
Según escribió en su perfil de Facebook, su intención era pasar la Navidad a pocos metros de la Logia central, desde donde el papa Francisco se asomará el 25 de diciembre para otorgar la tradicional bendición "Urbi et Orbi".
El empresario, además, pedía poder hablar con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, para que le ayudara a solucionar su situación.