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Con otra mirada

17 de Agosto de 2007 | 01:14 |
No es ni flamenca ni es rockera (esto último sí lo fue alguna vez), pero Luz Casal tiene esos dos genes en la voz: el acento gitano y el blusero aparecen en el décimo álbum de la cantante española en 22 años. Tras hitos como sus discos "V" (1989), donde puso "No me importa nada", y "A contraluz" (1991), con sus boleros para Almodóvar, Luz destinó los '90 a madurar sólo dos discos, "Como la flor prometida" (1995) y "Un mar de confianza" (2000), y esa misma pausa está afianzada en sus nuevas canciones. A veces rockea y a veces lo hace bien, pero a menudo ésta es música sin exabruptos, y "Tu perdón" o "Perdida" son arreglos de orquesta bien majestuosos. El rock nunca le sentó tan bien como la serenidad: ese modo es el mayor atractivo de Luz Casal, y cada vez seduce más.

David Ponce
EL COMENTARISTA OPINA
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