Close-up vol. 1 - Love songs

La evidencia de la vejez nos golpea fuerte cuando reparamos en que van 25 años de trabajo de Suzanne Vega, y que ya es hora de que la intérprete de "Luka" vele por su legado. Su más reciente disco suena fresco pero no novedoso, pues compila títulos que ya conocíamos, aunque en versiones acústicas y agrupados debido a su común temática amorosa. Vendrán otros tres volúmenes dedicados, según la cantautora, a "Personas, lugares y cosas", "Estados del ser" y "Familia".

Ni "Luka" ni "Tom's diner" están en esta primera entrega, pero sí canciones tan entrañables como "Marlene on the wall", "Caramel" y "Gypsy", títulos cuya observación sensible y sobria emotividad le ganaron comparaciones hasta con Leonard Cohen. Si antes estas composiciones románticas sonaron desafiantes y como nacidas en el epicentro mismo del ajetreo neoyorquino, las nuevas versiones a pura guitarra y voz las hacen ganar en calidez y cercanía. Es cierto que el grueso de esta cancionero ya se levantaba, básicamente, sobre guitarra acústica, pero de todos modos se transmite ahora una textura nueva, privada por completo de sintetizadores y batería, y ajustada a un ritmo calmo, sin preocupación por la eficacia radial ni por el manifiesto juvenil.

A los 50 años de edad, Suzanne Vega parece cantar desde un lugar y tiempo inidentificables, que no incomodará a sus antiguos fans ni molestará a nuevos conversos. La suya es la atemporalidad del buen pop que acerca con justicia estas sencillas canciones al lugar de los clásicos.

—Marisol García