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Santiago: Jueves 26 de diciembre del 2024 | Actualizado 07:57
SANTIAGO.- La historia oficial en torno a las Pinturas Negras de Francisco de Goya no es del todo conocida, pero hay diversas teorías. Una, la más generalizada, dice que la conciencia de su debilitado estado de salud, inspiró al célebre artista para dar con esas perturbadoras obras, impresas en los muros de su casa.
Pero otra asegura que ciertos demonios realmente visitaron al pintor español nacido en 1746, y que en esa carga se encontraba sumido a la hora de poner el pincel contra la superficie.
De ese mito se toma hoy el autor Diego Olmos para presentar una original novela gráfica, titulada simplemente "Goya" y que acaba de llegar a las librerías locales (Ediciones B, $14.000). En ella, el genio de Zaragoza es acosado por el mismísimo demonio, quien desea que el pintor se encargue de su retrato.
De ese modo, comienza una historia de tormentos para un Goya viejo y sordo, que convive con su debilidad física, un mundo que se le niega desde el sonido, y la convivencia con una mujer joven y bella (Leocadia Weiss), a la que siente que no puede satisfacer como ella lo merece y como haría un joven.
Es en ese contexto cuando recibe la perturbadora visita del diablo, quien le hace la oferta y le hace ver el borde más decadente de su vida actual. Goya se niega, pero el demonio insiste, reapareciendo de diversas formas y en distintos momentos, hasta que el pintor comienza a flaquear en sus intentos por negarse a atender al malévolo intruso.
En blanco y negro, el trazo en la novela también se empapa de la misma oscuridad que portan las Pinturas Negras, dando vida a dibujos perturbadores y siniestros. Incluso muchos de ellos son recogidos en los propios motivos del cómic, como ocurre en la primera aparición del diablo en la historia.
Así, para Olmos, la famosa pintura "Saturno devorando a un hijo" sería en realidad una proyección que el demonio hizo ver al pintor, y que correspondería al mismo Lucifer en la forma de ese anciano desquiciado, devorando a su amada Leocadia.
