Historias policiales como la teleserie ''¿Dónde está Elisa?'' han ganado espacio en la TV actual.
La Segunda/ArchivoSANTIAGO.- Los cambios en los hábitos de las audiencias y el auge de la oferta por cable ha traído transformaciones visibles en la parrilla programática de la televisión local actual. El predominio de las teleseries nocturnas, la baja de sintonía, y la aparición de nuevos formatos es parte de lo que marca a la industria televisiva.
De acuerdo a lo consignado por El Mercurio , la ficción es uno de los géneros que ha mantenido su dominio en la pantalla durante la última década, "es un lenguaje que el público está acostumbrado a consumir desde siempre", explica Luis Breull, consultor y experto en audiencias.
Sin embargo, el consumo de las producciones de ficción también ha cambiado, al existir un desplazamiento en los horarios en que las audiencias ven la programación. Así, el último gran éxito en el horario vespertino fue la teleserie "Brujas", en 2005.
Los estudios exponen que el encendido de televisores en el bloque de las 20.00 horas se ha reducido del 80% al 50%, ganando preponderancia series como "Los 80s" y teleseries nocturnas.
Con la transformación de los hábitos de los telespectadores la parrilla programática ha apostado durante la última década por historias policiales como "¿Dónde está Elisa" o "Vuelve temprano" en el horario prime, así como shows de telerrealidad que han marcado los peaks de sintonía de los últimos años.
Nuevos formatos
La televisión por cable, las nuevas plataformas de contenidos como Netflix, y los cambios en los hábitos de consumo han obligado a la industria local ha probar con nuevos formatos, replicando géneros que han logrado éxito en otros mercados.
Entre la nueva oferta que se ha incorporado en la programación local los shows de talentos son uno de los formatos que más ha ganado espacio. Programas como "Mi nombre es", "Factor X", "Fiebre de baile" se han mantenido en la parrilla televisiva desde 2006.
"Cuando un canal innova con un género y le va bien, rápidamente es replicado por los demás. No hay diversificación", explica Breull, añadiendo que esta decisión es tomada por los canales producto de la baja inversión publicitaria que los obliga a buscar "un descanso" en ciertas áreas.
Los efectos de los cambios en la industria televisiva también se han reflejado en las cifras de programas históricos como es el caso del Festival de Viña del Mar, que en sus últimas emisiones ha bajado en casi diez puntos su rating.