12 historias

Para sonar relativamente juvenil como se oye a sus 42 años, Tommy Torres es de lo más parecido a una muestra actualizada de cómo era el mercado discográfico de habla hispana hasta poco más acá de los años '90: Un negocio corporativo donde los astros de la balada y la canción pop internacional imperaban sin contrapeso en las radios y los medios. Hoy, en la era siguiente al declive de las grandes trasnacionales productoras de discos, este cantante puertorriqueño se las arregla sin embargo para mantener un enclave de esa lógica y, al mismo tiempo, hace una puesta al día de cómo seguir facturando pop global en una industria que no termina de morir tan fácilmente.

Que el primer single de 12 historias sea esa historia sobre redes sociales ("Querido Tommy"), inspirada según el autor en un fan chileno y bien difundida en las radios, no es más que la anécdota inicial para revestir de actualidad al disco. Más elocuente, actual y de primera línea es la lista de invitados que desfila por aquí. Son peces gordos de alcance regional como Ednita Nazario, Ricardo Arjona y la canadiense Nelly Furtado, incluso, para no mencionar el trío de ases que aparece apenas iniciado el disco en "El abrigo", que más que una canción es una convención regional con Juanes, Ricky Martin y Alejandro Sanz invitados. Lejos de ser sólo un cantante, y aparte de sus tres discos previos grabados desde 2004 a la fecha, Torres es sobre todo un compositor y productor que ha estrechado lazos como éstos en su oficio.

Con esos avales, Tommy Torres escribe y compone las canciones confortables y con estribillos pop muy radio-amigables sobre las cosas a la vez simples y profundas de la vida que recorren el disco. Pueden ser baladas que nacen del piano como "El río", y sobre todo melodías para rasguear en la guitarra, como esa historia sobre parejas de novios que pelean y se reconcilian en el citado dúo con Nelly Furtado. "Los de arriba no se pueden mantener sin los de abajo / Y los de abajo pierden tiempo viendo cómo se tropiezan los de arriba", filosofa el autor en la mencionada canción "El abrigo", y ése es además un buen preámbulo para escuchar luego el dúo con el filósofo mayor, en la canción "Mientras tanto", con Arjona. Que nadie diga que Tommy Torres no corre riesgos: HJace falta algún grado de coraje para quedar inmortalizado con alguien tan popular e impopular en partes iguales, como el señor de las cuatro décadas. Pero es buen negocio para todos. Torres suma una celebridad más al disco y, por razones de tiempo, el promedio de metáforas que Arjona alcanza a desplegar como invitado es bastante más bajo que como protagonista.

—David Ponce