Beck volverá a los estudios en las próximas semanas para grabar su otro disco.
AP.NASHVILLE.- A Beck no le gusta quejarse. Cree que los músicos no tienen derecho a hacerlo y que eso es un requisito de su oficio. Es por eso que no le gusta referirse a la lesión en la espina dorsal que le impidió hacer música de manera convencional la mayor parte de la última década.
"Nadie quiere escuchar eso. No estamos aquí para eso. Estamos aquí para tocar música y pasarla bien", dice el cantautor, quien acaba de lanzar Morning Phase, su primer álbum en seis años.
No habla mucho del tema y no quiere lamentarse. Encontró otras maneras de crear como productor y como compositor en ese periodo, pero admite que siente un gran alivio con su nuevo disco.
"Estaba esperando hasta que sintiera que podía hacer lo que solía", asegura Beck Hansen, de 43 años. "No hay nada particularmente único sobre esto, pero sí es algo de lo que aprendí. Fue una experiencia difícil, pero en cualquier nivel de dificultad hay cosas positivas y creo que de eso se trata en especial el disco: cómo salir de una experiencia dolorosa y sortear una dificultad y encontrar un cierto sentido de luz otra vez y que la vida continúe. Cuando has visto algunas cosas más oscuras y sabes que la oscuridad está ahí, ¿cómo te aferras al otro lado de la vida?".
Beck pronto regresará al estudio para grabar un segundo álbum que planea lanzar más adelante en el año. Por momentos, mientras estuvo lesionado, no pudo sostener instrumentos convencionales y los cambió por sustitutos, como un teclado móvil con el que podía escribir y grabar. También ha retomado sus presentaciones en vivo en los últimos años y cree que esta experiencia lo ha transformado de maneras difíciles de explicar, tanto metafísicas como físicas.
"En algún momento una especie de visión pesimista puede tomar el control y ser un medio de supervivencia", asegura. "Y estoy seguro que todos se tropiezan con esas divisiones en el camino donde puedes ir a un lado o al otro, y créeme, la vida te empuja hacia la otra dirección. Te puede empujar una y otra vez hacia la perspectiva más oscura de las cosas y de alguna manera este disco estaba forcejeando con eso y examinando todo celosamente y tratando de encontrar algo de redención".
Morning Phase comenzó su proceso en 2008 cuando Beck llegó a Nashville para grabar canciones con un toque country que terminaron en el cajón, porque no sentía que el tono era el correcto en ese momento. Luego tuvo un retraso en sus planes para regresar al estudio, así que reunió a la banda con la que se había apoyado durante su periodo más creativo y retomó esas canciones de Nashville desde una perspectiva diferente.