Jacqueline Domeyko durante la ceremonia en la que se devolvieron tres obras robadas durante la Segunda Guerra Mundial.
AP
PARIS.- Francia devolvió el martes tres pinturas robadas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial a sus dueños legítimos, incluyendo una heredera chilena.
En una ceremonia oficial, la ministra de Cultura Aurelie Filippetti regresó las obras a los nietos y bisnietos de los propietarios originales, ya fallecidos, en lo que llamó un "acto hacia la justicia".
Las piezas incluyen el "Paisaje montañoso" del artista flamenco Joos de Momper (1564-1635), que había sido robada para incluirla en la galería de arte que Adolfo Hitler quería construir en su natal Linz, Austria, lo que no llegó a realizar.
"Es un gran día. Es un día que representa una vuelta a casa. Es un día que representa parte de la recuperación de la memoria, de la pasión de nuestro abuelo a través de sus colecciones de arte", aseguró la chilena Jacqueline Domeyko, nieta del barón y banquero belga Cassel van Doorn, quien era el propietario del paisaje.
"Representa el esfuerzo de toda una familia por volver, por recuperar, por comprender, por trabajar, por estudiar", añadió.
"La Virgen y el niño", del maestro del siglo XIV Lippo Memmi, y "Retrato de una mujer", un lienzo del siglo XVIII de un artista desconocido, fueron las otras obras devueltas.
La obra maestra de Memmi, pintada sobre madera, fue saqueada en 1944 al banquero judío rumano Richard Soepkez, quien vivía en Cannes, en la Riviera francesa. Le fue entregada a su nieto Nicholas Florescu, quien viajó especialmente desde Houston, Estados Unidos.
"Es increíble lo que ha ocurrido", aseguró Florescu, de 62 años, visiblemente conmovido. "Quiero decir, todos estos años, ¿cuáles eran las probabilidades? Pero el gobierno francés fue muy diligente y le debemos gratitud".
Agregó que ahora viajará a Antibes, donde aún vive su padre de 89 años, hijo de Soepkez y quien está enfermo de gravedad, para darle la noticia.
Con esta restitución son 10 las pinturas que Francia ha devuelto a sus dueños legítimos en menos de un año, como parte de un esfuerzo continuo por regresar cientos de obras de arte robadas a judíos durante la guerra.
Al terminar la guerra, con Hitler muerto y las ciudades europeas en reconstrucción, las obras se mantuvieron "sin reclamar" y miles que se creyó que le pertenecían a dueños franceses terminaron en importantes museos del país, incluido el Louvre.
Muchas de las 100.000 posesiones saqueadas, robadas o incautadas entre 1940 y 1944 en Francia han sido devueltas a familias judías, sin embargo, aún quedan 2.000 obras de arte que permanecen en instituciones estatales.