Enrique Iglesias de cara a su regreso: "La gente ha pagado y quiere ver un buen espectáculo"

SANTIAGO.- Mayo de 2008. Horas antes de su cumpleaños número 33, Enrique Iglesias canta en Santiago, durante la promoción de su disco Insomniac. Con llamativa energía, el cantante se embarca en conversaciones de tú a tú con la audiencia, toma manos, da besos, agarra cámaras para sacarse fotos hasta en la entrepierna, e incluso sube fans al escenario para recrear un living con invitados, a los que agasaja con tragos y canciones.

Suena casi desbordante, pero alístense las fans del español, porque de cara a su regreso fechado para este 20 de mayo, anuncia que viene recargado. "Con los años me he puesto más interactivo, me gusta divertirme más arriba del escenario", asegura. "Es que hay que tomárselo en serio, porque la gente ha pagado y quiere ver un buen espectáculo, pero a la vez no hay que tomárselo tan en serio, porque tienes que divertir mientras actúas. La gente nota cuando estás de buen o mal humor, si lo pasas bien o no. Eso se proyecta, aunque pienses que el público no lo capta", agrega en contacto con Emol.

Eso, entonces, determinará en buena medida el ánimo imperante el próximo martes en Movistar Arena, pero no será lo único. La otra parte correrá por cuenta de un elemento que asoma tanto o más vigorizante que el anterior: Los temas del reciente disco Sex & Love, el último de Iglesias, e integrado en su mayoría por piezas en que predomina la electrónica y el tono latino, con acentos que van de lo playero a lo discotequero.

"Esa energía me ayuda", dice, aunque aclara que su repertorio estará compuesto por piezas de todas sus épocas. "Ya son seis años sin haber visitado Chile, había sacado un disco antes (Euphoria, 2010), es mucho tiempo. Así es que cantaré canciones desde mi primer disco", adelanta, y hasta ejemplifica: "Los últimos cinco años para mí han sido muy interesantes, porque las últimas canciones que he escrito me han ayudado muchísimo en vivo. Es un repertorio más ecléctico. Ahora, de 'I'm a freak' puedo pasar a 'Bailando', 'I like it', 'Cuando me enamoro', 'Experiencia religiosa', 'Bailamos'... Son canciones tan distintas musicalmente, que a mí en lo personal me satisface mucho. Eso me ayuda cuando planeo el set list, lo hace más interesante, que no me aburra".

-El disco Sex & Love tiene muchos invitados. ¿Cómo resuelves eso en vivo?
-Cuando escribo una canción suelo pensar mucho en el concierto, cómo la voy a cantar y armar en vivo. Casi todas las canciones las he escrito y las he cantado solo, a partir de 2008. Antes de eso, intenté hacer colaboraciones, pero no me resultaban, porque pensaba en la colaboración antes de escribir, lo que te presiona y te limita. Me di cuenta de esto con "Lloro por ti", que una vez que estaba lista la envié a Wisin & Yandel, y ellos le dieron su toque. Ahí se me prendió la bombilla y dije "coño, es bueno que empiece a hacer canciones así, que una vez que está lista piense en un artista que le pueda dar otro toque". Por eso en vivo muchas de estas canciones las canto yo solo. Así me gusta hacerlas la mayoría de las veces.

-Es como volver al origen de cada canción...
-Totalmente. Como "El perdedor", con Marco Antonio Solís, que originalmente está cantada sólo por mí. O "Cuando me enamoro", con Juan Luis Guerra, y hasta "I like it", que al principio no tenía el rap de Pitbull. Y si de verdad quieres que otro haga esas partes, pues involucras a tus músicos o a tus coristas.

En el nombre del padre

Si la vez pasada Enrique Iglesias cumplió años en Chile, ahora llegará habiendo celebrado recién los 39, de acuerdo con la fecha de nacimiento que figura en todos sus perfiles (8 de mayo de 1975). Sin embargo, él insiste en que son 38. "Pero qué va, 38 ó 39, es lo mismo", dice observando que de todos modos ya está llegando a los 40.

El momento lo lleva a reflexionar, aunque asegura no tener claro qué tan diferente se siente. "Creo que he aprendido con los años, eso que cuando eras niño te advertía la gente mayor. Siento la misma energía y las mismas ganas. Lo que no puedo creer es que mi primer viaje de promoción fue en Santiago de Chile, en 1995. No puedo creer que en septiembre van a ser 19 años desde que esto sucedió. Si me preguntas, siento que fue hace un par de años, no 19. Se pasaron volando".

En esos espacios de reflexión, por cierto, hay un lugar para su padre, Julio Iglesias, premiado esta semana como "el artista latino de mayor éxito de todos los tiempos". Enrique dice estar de acuerdo con el título, pese a la magnitud. "Es un artista que se merece todos los reconocimientos, lo que ha logrado en su carrera es realmente espectacular, y bien merecido. Es un artista que lleva muchos años trabajando, luchando, y se merece todos los reconocimientos", afirma.

-En ese entorno le preguntaron por la posibilidad de actuar contigo, y dijo "si ni siquiera conozco a su novia, cómo vamos a cantar juntos".
-Ésa es una típica respuesta de mi padre graciosa y divertida. A lo mejor es porque sabe que yo he separado mi vida personal y profesional desde el inicio. Ha habido momentos en que su compañía se me ha acercado y me ha preguntado por una colaboración, y a lo mejor no era el momento para hacerla. Es una cosa muy personal y que tiene que ser más bien orgánica, no tan planeada. Y además yo siempre me he guiado más por la canción, como te decía que sucedía con las colaboraciones que he hecho. Con mi padre sería igual: Si pensara que una canción es adecuada para que la cantemos juntos, estaría más que dispuesto. Una colaboración entre mi padre y yo, claro, sería genial, tendría el morbo, pero al final lo que vamos a defender es la canción, ella es la que va a hablar. Si es mala y no funciona, qué más da que sean padre e hijo.

-¿Pero no crees que su frase fue más allá de la posibilidad de colaborar? Parece estar dando cuenta de que hoy no están tan cercanos...
-A lo mejor sí, pero eso es culpa de los dos. Tendrías que preguntarle a él, porque estás proyectando un poco lo que él está pensando, y no puedo hablar yo de eso, precisar a qué se refiere.