Caroline Wozniacki y Rory McIlroy estaban comprometidos desde enero, y enviaron el fin de semana las invitaciones a un matrimonio al que ya nadie asistirá.
APSANTIAGO.- Nuestro Iván Zamorano era el vivo ejemplo de que estas cosas también son posibles entre las grandes figuras del deporte: Cancelar un matrimonio cuando ya está todo listo, anunciado y pagado.
Sin embargo, nunca dejará de sorprender esta excepcional historia, que hoy se repite no con uno, sino con dos deportistas top como protagonistas: La tenista danesa Caroline Wozniacki (ex número uno del mundo, y actual 14ª) y el golfista norirlandés Rory McIlroy (ganador de algunos de los más importantes torneos del orbe, y actual 10° del ránking mundial).
La pareja, una de las más célebres del deporte, se había comprometido en matrimonio durante el último Año Nuevo, luego de tres años de relación. Para el evento ya estaba todo listo, e incluso los invitados recibieron sus partes este fin de semana, hasta que... A él le vino el pánico escénico: "No estaba listo", dijo, por lo que procedió a cancelar todo y poner fin a la relación.
McIlroy hizo pública la situación a través de un comunicado de prensa —y a sólo tres días del último tuit romántico que le dedicó a Wozniacki—, en el que afirmó haberse dado cuenta de no estar preparado para "todo lo que el matrimonio implica".
"No hay una forma correcta de terminar con una relación que fue tan importante para dos personas", dijo el golfista en el documento, tal vez conciente del numerito que encierra su decisión.
"El problema es mío. Las invitaciones de la boda entregadas en el fin de semana hicieron que me percatara de que no estaba listo para todo lo que el matrimonio implica", explicó, y cerró deseándole a su ahora ex pareja "toda la felicidad que merece, y le agradezco por los grandes momentos que tuvimos".
Y aunque en el documento juró que "no diré nada más sobre nuestra relación en cualquier escenario", su presencia en el Campeonato BMW PGA en Wentworth en Inglaterra (uno de los más importantes del circuito de golf), lo obligó a volver al tema.
"Obviamente es un momento bastante difícil para Caroline y para mí", dijo a la prensa. "Fue mutuo y amigable, y ambos creímos que era lo mejor para nosotros, lo mejor para ambos. Es tiempo de seguir adelante y creo que dije todo lo que necesitaba decir", agregó.
Sobre su participación en el torneo, reconoció que no será fácil fijar su cabeza en los tiros tras ponerse en boca de todo el mundo gracias a su ruptura. "No voy a mentir. Va a ser muy difícil", se sinceró.