SANTIAGO.- Un antiguo misterio nacido en tierras celtas. Un grupo de hermanas que ha descubierto inesperados secretos familiares. La magia que esconde el sur de Chile. La latente amenaza de una guerra entre oscuros y elementales. Todo esto y más es "Revelaciones" (Ediciones SM, $10.948), la segunda entrega de la trilogía fantástica chilena "Zahorí", escrita por Camila Valenzuela León, y que este jueves 16 de octubre se presentará oficialmente en el Centro Cultural Gabriela Mistral (19:00 horas).
Camila Valenzuela es licenciada en Literatura Creativa y Magíster en Edición en la Universidad Diego Portales. Además, es Magíster en Historia del Arte por la Universidad Adolfo Ibáñez. Actualmente es candidata a Doctora en Literatura en la Universidad de Chile, al tiempo que imparte clases en el Diplomado de Literatura Infantil y Juvenil en el Instituto de Estudios Avanzados de la USACH. Un largo camino que le ha permitido una aproximación doble al mundo de la literatura, tanto en su calidad de escritora como en la de académica.
-Hace poco más de un año publicaste la primera parte de tu trilogía. ¿Cómo ha sido la recepción del público desde entonces? ¿Qué te han comentado después de haberla leído?
-He recibido buenos comentarios de los lectores; desde correos electrónicos, comentarios en Facebook, Twitter y videos en Youtube, donde recomiendan leer "Zahorí". En general, los comentarios apuntan a que es una historia entretenida y rápida, con personajes interesantes y matizados, y sobre todo, con un final inesperado que los deja con la necesidad de leer el segundo volumen apenas terminan el primero.
-La idea original de "Zahorí" surgió en 1999, cuando tenías catorce años. Pero la retomaste diez años después. ¿Cuánto cambió la historia durante todo ese tiempo?
-Ha cambiado bastante. Conservé elementos fundamentales relacionados al argumento más básico: Cuatro hermanas que llegan a vivir a la casa de su abuela materna en el sur y, ahí, comienzan a descubrir una serie de secretos familiares. Sin embargo, cambió mucho en los detalles, los personajes secundarios y la evolución de la historia, así como también la estructura. En ese sentido, más que cambiar el núcleo argumental, se fueron sumando nuevos conflictos y personajes que, de hecho, hicieron de un manuscrito de no más de cien páginas, una trilogía.
-¿Con qué se encontrarán los lectores en esa segunda parte de "Zahorí"?
-Zahorí I es, más bien, un volumen introductorio. Es una historia focalizada en Marina, la hermana menor y, por lo mismo, el narrador de algún modo se centra en aquellos aspectos que son relevantes para ella, no así para el resto de los personajes, tanto del pasado como del presente. En cambio, en Zahorí II tenemos una narración focalizada en múltiples personajes y contextos históricos, que le permitirá al lector entender mejor los orígenes, desarrollo y consecuencias de ese legado familiar, así como las preocupaciones que habitan en ellos. Por otro lado, se introducen personajes que en el primer volumen solo se mencionaron y llegan otros nuevos; ambos son cruciales para el desarrollo del relato y evolución de aquellos que ya conocíamos, al mismo tiempo que caemos de lleno en la acción.
-¿Qué crees que caracteriza a la literatura fantástica juvenil que se está escribiendo en este momento en Chile? ¿Hay tendencias?
-Hay varios autores y autoras chilenas que, a mí parecer, tienen una propuesta muy interesante y consistente en relación con la narrativa fantástica para adolescentes y jóvenes. Se trata de autores que dialogan con una tradición fantástica muy representativa (Tolkien, Lewis, Rowling, por nombrar a los más icónicos), al mismo tiempo que entablan una poética propia. Por ejemplo, J.L. Flores —"El mago del desierto" es una tremenda novela—, Macarena Fabry ("La ciudad del sol"), León de Montecristo ("El último rey") o Paula Rivera Donoso —"La niña que salió en busca del mar" es una obra que merece todo mi respeto y reconocimiento—. Es una lástima, sin embargo, que teniendo una narrativa fantástica nacional tan importante como la de estos autores y autoras, se prefiera dar protagonismo a sagas gringas, que no representan para nada al adolescente/joven chileno o latinoamericano, y que, además, muchas de ellas perpetúan modelos arquetípicos, redundantes y en definitiva, fomes.
-En el último tiempo la literatura fantástica juvenil se ha asociado mucho con tramas distópicas, como "Los juegos del hambre" o "Divergente". En tu opinión, ¿son modas que van cambiando, como lo fueron hace algunos años los vampiros, o son nuevas temáticas que se van sumando a las ya existentes?
-Hay que tener en cuenta que la mayor cantidad de obras que leen los adolescentes y jóvenes chilenos son aquellas publicadas en Estados Unidos y traducidas al español, muchas veces, previo o durante el lanzamiento de su respectiva versión cinematográfica. Los gringos, sin embargo, tienen una oferta editorial impresionante, es decir, no es que el último tiempo estén publicando más ciencia ficción en desmedro de la fantasía, el vampirismo, los lobos y toda esa volada, sino que a nosotros, acá, nos llega el último grito de la moda. Y la moda en narrativa juvenil no la dicta necesariamente la literatura, sino Hollywood. Los mismos ejemplos que tú nombras son aquellas sagas recientemente llevadas al cine, como hace unos años atrás lo fue "Crepúsculo", por ejemplo. Por lo tanto, en mi opinión, no es que la narrativa adolescente y juvenil actual esté pasando por una tendencia distópica, sino que aquello que nos llega a nosotros —y que, en consecuencia, leen los jóvenes chilenos— no es esa amplia gama publicada, sino los hits del momento, y esos hits, en Chile, no los establece el lector, sino el cine: "Bajo la misma estrella", "Maze Runner", y así...
-Tú haces clases en el Diplomado LIJ del IDEA-USACH. Si pudieras recomendar tres títulos de literatura fantástica juvenil, ¿cuáles elegirías?
-"El secreto del bosque viejo", de Dino Buzzati; "El océano al final del camino", de Neil Gaiman; y "Jonathan Strange y el señor Norrell", de Susanna Clarke.
-¿Y cuán avanzada está la tercera parte de "Zahorí"? ¿La veremos publicada el próximo año?
-La tercera parte está bastante avanzada en cuanto a la estructura, historia y personajes. Sin embargo, al ser el cierre de la trilogía, me ha tomado más tiempo, porque significa el fin de un proceso muy largo y, como tal, no puedo sino tomarlo como una instancia que amerita un tiempo mayor a los volúmenes anteriores. De todos modos, el próximo año de seguro ya estará en librerías.
-Dejando de lado tu actual saga, ¿cuáles son tus próximos proyectos literarios?
-El 31 de octubre es el lanzamiento de "Nieve Negra", una novela para adolescentes y jóvenes que publicará SM en el contexto del IX Premio Barco de Vapor. Además, estoy escribiendo otra novela, también para adolescentes y jóvenes, pero esta vez de corte realista y que se publicará el próximo año; sin embargo, por el momento no puedo decir el nombre ni la editorial. Sí puedo decir que es una novela muy distinta a la saga "Zahorí" y "Nieve Negra", en el sentido de que lo fantástico u onírico no está presente; en cambio, se da más protagonismo a conflictos cotidianos en una realidad sumamente chilena.