V

Ha tomado tiempo, pero la repercusión de este quinteto más allá de Chile se afianza a cada paso un nuevo trecho. Llamaron la atención a escala local con la fusión entre actitud de rock con timbres y armonías de jazz y con bases y rimas de rap en sus discos iniciales Cómo Asesinar a Felipes (2008), Un disparo al centro (2009) y Colores y cadáveres (2011). Luego en Comenzará de nuevo (2012) grabaron a distancia con el músico estadounidense Billy Gould como productor, bajista de la banda rockera Faith No More y gestor del sello Koolarrow. En V (2014) ya no hay distancia: Cómo Asesinar a Felipes y Gould produjeron juntos el nuevo disco en EE.UU. Y tal vez por todo esa experiencia previa es que el sonido del quinteto se oye fortalecido, pero no intervenido más de la cuenta por la producción.

El título equivale al cinco en número romano, y corresponde también a los cinco integrantes, los cinco discos anteriores, las cinco composiciones nuevas y los cinco minutos exactos que dura cada una. Por lo demás, la importancia de los números no para ahí con este grupo, que da nuevas pruebas de rigor matemático para empezar en los compases sobre los que están inscritas las canciones. Metraca, el baterista, es el propulsor de esas cifras muchas veces asimétricas, con ritmos implícitos que no se oyen, pero que resuenan latentes, y tocadas con destreza y flexibilidad sobre los componentes básicos de su batería de jazz, entre caja, hi-hat, bombo, timbal y platillo. Desde ahí se levantan los arreglos del disco, con el bajo de SebaBala varias veces duplicado al unísono por el nuevo tecladista Gabo Paillao, quien en 2013 sucedió a Marcos Meza en ese puesto, y que aquí se hace cargo no sólo del piano eléctrico que tocaba Meza, sino también de nuevos acordes y melodías de sintetizador que enriquecen los timbres.

Desde sus máquinas en paralelo DJ Sp@cio corta y pega nuevos fragmentos para el discurso del grupo, con la capacidad para hallar una fauna de locutores radiales o telepredicadores que proveen audios de distintos acentos americanos sobre psicópatas, asesinos seriales y criminales varios. Y con todos ellos dialoga el rapero Koala Contreras, quien con sus rimas saca una punta en especial política en este disco. "Así te queremos ver", dice en "III", "creando, luchando", como un llamado al poder popular puesto al día. O en "IV" combina frases casi desprovistas de metáfora como "Reina la autoridad del capital que lastima fuertemente a la comunidad más sencilla" con una traducción más poética inmediata: "Se alimenta la bestia con cada lágrima". En la misma canción Sp@cio lanza al ruedo el sample "Tú queres imponer una forma de vida al otro (…) pero quién te ha dicho a ti que eres un ejemplo", en buena sintonía con las noticias actuales sobre la discusión en torno al aborto o las condenas judiciales por agresiones sexuales de curas contra niños, sin ir más lejos. Cómo Asesinar a Felipes salen al mundo, pero no dejan de sonar contingentes en Chile. Globales y locales a la vez.

—David Ponce