SANTIAGO.- En el marco de las medidas contempladas en la denominada "Operación Invierno", el intendente metropolitano, Claudio Orrego, realizó un sobrevuelo por el sector precordillerano de Santiago para constatar, desde la altura, la situación de los trabajos de mitigación, llevados a cabo por el MOP, en las distintas quebradas ubicadas en las comunas de Peñalolén, La Reina y La Florida.
En compañía del seremi de Obras Públicas, Fernando Gallegos, expertos de Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), y del director regional de la Onemi, Miguel Muñoz, la primera autoridad regional inspeccionó las piscinas decantadoras de sedimentos provenientes de la quebrada de Macul, lugar donde en 1993 se desencadenó un gigantesco alud que dejó 10 personas aún desaparecidas, según consignaron desde el gobierno de Santiago.
"Este invierno va a ser más duro que en los últimos cinco años y por eso van a existir riesgos adicionales. Cuando hoy día sobrevolamos la cordillera, nos dimos cuenta que el terreno está muy seco, hay poca vegetación, casi nada de agua y genera un mayor riesgo ante eventuales aluviones en la precordillera", señaló el intendente metropolitano.
Además, recalcó el "positivo" funcionamiento de las obras llevadas a cabo por la gobernación regional en conjunto con el MOP para mantener y limpiar obras como los retenedores de sólidos para mitigar los efectos de las crecidas en la quebrada de Macul.
En un catastro realizado por Sernageomin se identificaron zonas de alto riesgo donde el último tiempo han ocurrido aluviones como en la quebrada el Ñilhue, en la cuenca del Mapocho; las quebradas de El Volcán, en la cuenca del Maipo; y el sector del Río Colorado, afluente del Río Maipo.