Estudiantes exigen que diálogo con ministerio sea vinculante y reafirman llamado a marcha

SANTIAGO.- Lo primero que se le viene a la mente a los estudiantes, al conocer el plan de participación que anunció hoy el gobierno para incluir a la ciudadanía en la reforma educacional, es el Consejo Asesor Presidencial para la Educación que fue convocado en el primer gobierno de Michelle Bachelet, en 2006, que terminó marcando a fuego al movimiento "pingüino", el que finalmente no se sintió representado por las decisiones que adoptó esa comisión.

Con ese recuerdo a cuestas, las agrupaciones estudiantiles manifestaron su desconfianza hacia la nueva instancia de diálogo que pretende implementar el Ministerio de Educación, para que las distintas organizaciones, en conjunto con la sociedad civil y expertos, puedan entregar sus propuestas para las reformas que se vienen para el segundo semestre.

El principal cuestionamiento que hacen los estudiantes al nuevo plan de participación del gobierno es que sólo se trata de una consulta a los movimientos sociales y no de un espacio donde éstos puedan efectivamente participar en la resolución de los proyectos. Por esto, exigen que este diálogo con las autoridades sea "vinculante" y una instancia prelegislativa.

"Lo que se está proponiendo ahora es menos que el Consejo Asesor Presidencial del 2006. Esto es solamente una consulta amplia ciudadana que, si bien no tiene precedentes, no propone un diálogo vinculante ni espacios resolutivos, donde realmente podamos garantizar avances para el movimiento estudiantil", afirmó Melissa Sepúlveda, presidenta de la FECH.

Si bien indicó que la decisión final sobre sumarse a la instancia de diálogo la adoptarán en la asamblea de la Confech, la dirigenta estudiantil adelantó que pedirán garantías al gobierno para participar. "Nosotros exigimos un espacio que realmente tenga carácter resolutivo, en el cual el gobierno haga anuncios luego de llegar a algún nivel de acuerdo. Pero nosotros no nos vamos a subir a una instancia que no tenga ciertas garantías mínimas de avance para el movimiento estudiantil", señaló.

Los más drásticos frente a este punto fueron los secundarios de la ACES, que se retiraron molestos cuando aún no terminaba la reunión con el ministerio. "Pongo en duda este espacio, porque se plantea una consulta ciudadana, pero acá la reforma está hecha, está estructurada, sabemos hacia dónde va dirigida, sigue favoreciendo al bolsillo de los sostenedores. Nosotros no queremos venir a sentarnos en sillones gigantes y que tengan muchos vasos de agua, queremos que nos escuchen", afirmó al vocera de la agrupación, Lorenza Soto.

El presidente de la Cones, Ricardo Paredes, también dijo esperar que el diálogo "tenga una vinculación directa con la reforma", aunque valoró que se den señales de participación.

Al margen de esta nueva instancia de diálogo propuesta por el gobierno, los estudiantes reafirmaron su llamado a marchar el próximo martes 10 de junio. "Hoy día la movilización y el diálogo social tienen que ser un complemento, que nos permita dar a conocer nuestras demandas y profundizarlas en el diálogo social", explicó Paredes.

El llamado de los estudiantes a que el diálogo sea vinculante también fue respaldado por el Colegio de Profesores. Su presidente, Jaime Gajardo, sostuvo que "nosotros esperamos que este diálogo sea prelegislativo y que sea tomado en cuenta por la autoridad cuando envíe los proyectos de ley. De lo contrario, el diálogo no va a tener ningún sentido".

Aunque dijo entender las aprensiones de los estudiantes, el diputado ex dirigente estudiantil Giorgio Jackson (RD), manifestó que "hemos sido muchos los que hemos exigido una instancia de participación y yo creo que, por lo mismo, hay que hacer todos los esfuerzos para que esto funcione (…) Esto es significativamente un avance con respecto a lo que, al menos a mí, me tocó cuando era dirigente estudiantil".

Eyzaguirre explica que quedará constancia de los acuerdos y diferencias

El ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, explicó cómo se canalizará el diálogo con los distintos actores de la educación. Señaló que se dejará constancia tanto de los puntos en que hay acuerdo como desacuerdo y que esa información se entregarán al Congreso, para que los parlamentarios la tengan en cuenta cuando se envíen los proyectos de ley.

"Aquí se van a ir recogiendo todos los materiales, van a quedar los consensos y los disensos y, en definitiva, esto lo va a recoger el Congreso Nacional, donde junto con el Ejecutivo se terminan de sancionar las leyes, conforme a nuestro marco institucional", señaló. Resaltó además que el proceso "va a ser completamente transparente y el Congreso va a conocer el conjunto de la opinión ciudadana".

Por su parte, los rectores de las distintas universidades –públicas y privadas– que participaron en la primera reunión con el ministro valoraron la iniciativa. "Yo creo que la invitación a una instancia de este tipo es bastante buena y que, poco a poco y en virtud de que lleguemos a ciertos consensos, es posible que sea carne del proyecto de reforma educacional", sostuvo el vicepresidente del Consejo de Rectores, Juan Manuel Zolezzi.

Mientras que el rector de la Universidad del Desarrollo, Federico Valdés, destacó que "esto es un esfuerzo por incorporar la opinión de muchas personas en un proceso que es tremendamente complejo", aunque afirmó que "la decisión legislativa al final ocurre en el Congreso y en el Gobierno".

En tanto, el rector Universidad Alberto Hurtado, Fernando Montes, valoró que se escuche a los sectores que en su opinión no suelen ser atendidos, entre los que incluye a la universidad que dirige. "Yo creo que es impensable una reforma de fondo y duradera si los actores no tenemos algo que decir. Yo no pertenezco al Consejo de Rectores, entonces somos escuchados marginalmente y eso no puede ser normal en una sociedad democrática, yo espero que esto nos ayude a corregir esa disparidad que existe", afirmó.