SANTIAGO.- Acostumbrado a vivir rodeado de lujos, el ciudadano español José Ignacio Estrade Morante cumple hoy una semana en prisión preventiva en el módulo 4 del recinto penitenciario Santiago I, correspondiente a una de las celdas de máxima seguridad del recinto.
Esto, luego que el sábado 23 de agosto el 8° Juzgado de Garantía de Santiago ordenara su ingreso a la cárcel tras ser formalizado por el delito de apropiación indebida de más de $1.700 millones que afectó a la empresa de ingeniería Hisa S.A., de propiedad de los hermanos Jaime y Ricardo Chehade Fortuño.
Allí debería pasar los 90 días que decretó el tribunal para la investigación, periodo en el que los fiscales de Delitos de Alta Complejidad de la zona Oriente Carlos Gajardo, José Antonio Villalobos y Pablo Norambuena deberán reunir las pruebas suficientes para acusar al economista por hechos presuntamente cometidos durante los años 2012, 2013 y 2014 mientras se desempeñaba como gerente de Administración y Finanzas de la firma afectada.
Sin embargo, el lugar que ahora lo alberga en nada se asemeja a la vida que hasta hace unos días pudo disfrutar Estrade.
Lujos para él y su familia
El español vivía junto a su pareja chilena en un acomodado departamento ubicado en el sector oriente de Santiago, frente a la Escuela Militar. Desde que ingresó a la empresa de ingeniería en agosto de 2012 hasta mayo de 2014 -cuando fue desvinculado tras descubrirse la estafa- alcanzó a adquirir vehículos de lujo por casi $500 millones.
De acuerdo a la investigación fiscal, estos corresponden a un Land Rover Range del año, además de un Mercedes Benz SLK 200 avaluado en más de $32 millones.
También logró adquirir el último modelo del Mercedes-Benz E400 Cabriolet junto con un BMW Coupe 2014, los cuales fueron cancelados a través de transferencias electrónicas desde cuentas creadas para ocultar el desvío de dineros.
Asimismo, acostumbraba a hospedarse en hoteles de lujo en cada de uno de los viajes que periódicamente realizaba a España, donde también tiene cuentas corrientes, información que será requerida por el Ministerio Público en el marco de la indagatoria.
Por una noche, incluso, llegó a pagar $2.726.227 en un hotel en Sevilla por habitaciones reservadas para la "Familia Estrade" -según consta en los registros bancarios de marzo de 2013- y poco más de $5 millones por un ticket aéreo en Iberia para la ruta Santiago- Madrid-Santiago.
En octubre del mismo año, también viajó hasta Cancún con un grupo de siete personas para pasar una semana en uno de los resort más lujosos de la zona. Para ello, pagó casi $11 millones.
Seis meses después, contrató un nuevo programa para dos personas para viajar junto a su mujer a Cartagena de Indias, desembolsando en esta oportunidad $5.699.000.
La última de sus escapadas de lujo la alcanzó a concretar en abril pasado junto a algunos familiares con la intención de asistir a la final de la Champions League donde el Real Madrid se coronó campeón. Para ello, según las cartolas electrónicas, pagó más de $56 millones en pasajes aéreos y $15 millones en entradas para ubicaciones preferentes para él y su familia.
Nueva empresa
Gracias a los fondos que habría alcanzado a defraudar, José Ignacio Estrade además creó un estudio de abogados que registró con el nombre Pacific Consulting y de acuerdo a los antecedentes que están en poder de la Fiscalía de Delitos de Alta Complejidad, el economista traspasó cerca de $320 millones desde la empresa afectada hasta su nueva firma para comenzar a operar.
La inauguración se realizó el 26 de marzo en uno de los jardines del Hotel Hyatt y contó incluso con la presencia del embajador de España en Chile, Iñigo de Palacio. Su asistencia quedó registrada en las imágenes que el propio economista gestionó al contratar espacios en páginas sociales de medios de comunicación para promocionar su nueva apuesta.
Ahora, en tanto, Estrade deberá continuar privado de libertad luego que su defensa -a cargo del abogado Francisco Piffaut- finalmente no concretara su apelación ante el tribunal de alzada -que sería revisada ayer- para revertir la máxima de las cautelares por una menos gravosa en su domicilio.