Figueroa respaldó las negociaciones del presidente del Colegio de Profesores.
Christian Zapata, El MercurioSANTIAGO.- Un dura crítica realizó la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, al movimiento de profesores que se rebeló contra su máximo dirigente, Jaime Gajardo, por los tratativas que éste ha sostenido con el Gobierno para buscar una solución a sus demandas históricas, y cuyo distanciamiento se agudizó luego que el titular del Colegio de Profesores desactivara un llamado a paro nacional tras una llamada telefónica desde el Ministerio de Educación.
En su cuenta de Facebook, la líder sindical afiliada al PC y que también es profesora, dijo estar "convencida que la exigencia de paro nacional por parte de algunos colegas es equivocada pues tenemos respuesta a la agenda corta y hoy el desafío es enfrentar entre todos el debate de desmunicipalización y carrera docente y asumir que bajo esta movilización violenta e inorgánica solo estamos infringiéndonos un autoderrota para poder incidir en los debates estructurales que vienen".
Demandas de la disidencia
Los profesores y dirigentes disidentes, que siguen sumando apoyo en todo el país, rechazan los ofrecimientos del Mineduc, ya que consideran que no satisface del todo los cinco puntos de la agenda corta que solicitaban los educadores.
Sus demandas apuntan a la titularidad para los profesores a contrata, ingreso mínimo docente, fin al agobio laboral por el exceso de intervencionismo, bono de incentivo al retiro y reparación de la deuda histórica. Hasta ahora el Gobierno les ofrece soluciones parciales para la primera y cuarta demanda.
No obstante, Figueroa sostiene que "Creo firmemente en las bases, me he sometido a las elecciones en mi gremio porque creo en ellos, pero no seré parte de un movimiento que tras las banderas de la lucha docente hoy solo busca debilitar a la organización solo porque no se hace las cosas como unos quieren o simplemente porque creen que el problema de fondo es la salida de Jaime Gajardo como sí nosotros fuéramos el enemigo y obstáculo para los cambios".
"Fácil sería para mí –sostiene Figueroa- apoyar a ojos cerrados y recibir el aplauso, pero no soy dirigente para eso...cuando creo que cometemos errores, siento que es un deber decir las cosas y evidenciar que no estamos haciendo las cosas bien. Sí creemos que con la división del gremio resolvemos el problema de la educación, mientras otros se regocijan al ver que lo que no logró la dictadura y los posteriores Gobiernos de la concertación, hoy se logra desde adentro...murieron colegas, muchos de ellos comunistas como uno y tildados de traidores en su momento, por defender la organización gremial y por ellos, nunca seré parte de quienes buscan debilitar la fuerza de los Trabajadores organizados".
La titular de la CUT además señala que con la movilización de los docentes, que ha sumado fuerza en todo el país, no sólo la "derecha se frota las manos" sino que todos los atores de oposición y oficialismo que no defienden la educación pública.
"Muchos se ofenden al sentir que este movimiento se le vincula con la derecha, pero en política gremial lo que mandan son las acciones y hoy, no es sólo la derecha la que de frota las manos con este movimiento, son todos aquellos, incluso dentro de la Nueva Mayoría, los que paciente y alegremente esperan la caída del gremio para tener un actor menos defendiendo la educación pública", señaló.
Respecto de las tratativas de Gajardo con el Ministerio de Educación, la dirigente sostiene que "una agenda corta con respuesta a sus cinco temas en base a la contrapropuesta del Magisterio es lo que se esperaba y eso avanzó, por ello no puedo compartir que se diga que no tenemos respuesta a nada o que hoy se pretendan poner más temas al debate cuando se definió a principios de año los cinco temas a abordar".
Por último, Figueroa dice que "lo más doloroso es el nivel de agresividad con que los colegas movilizados han denigrado y maltratado a los dirigentes que han sido respetuosos de las definiciones de la asamblea nacional, máxima instancia de debate de nuestro gremio y a los colegas que no se han sumado a la movilización...por eso, no daré un paso al costado como muchos esperan de nuestra conducción, ninguno de nosotros debe renunciar, si realmente aquí hay un genuino respeto por las bases, no debe serlo solo por las movilizadas y en mi caso, no me esconderé para evitar la crítica y enfrentaré con la responsabilidad que me entregaron mis colegas con su voto esté momento amargo, del que podremos salir dañados pero no significará la ausencia del gremio en la defensa de la educación de nuestros niños y niñas y su derecho a crecer libres, alegres y en igualdad".