WASHINGTON.- Una pequeña mutación en un virus que causa influenza puede convertirlo en un intruso asesino, según descubrimientos de un equipo de investigadores.
Hace cuatro años en Hong Kong se descubrió que un cambio en sólo uno de los 10 genes del virus convirtió un tipo de influenza que afecta a aves de corral en una cepa mortífera que ataca a humanos.
Las autoridades tuvieron que sacrificar a un millón de aves para evitar el contagio que cobró la vida de seis de 18 humanos afectados.
"Lo que esto revela es que el virus de la influenza avian puede convertirse en cualquier momento en un virus que causa enfermedades a humanos", dijo Yoshihiro Kawaoka, del equipo de investigación de la Universidad de Wisconsin-Madison.
Los hallazgos serán publicados en la edición del viernes de la revista Science.
"Nos hemos dado cuenta que un número limitado de pequeñísimos cambios genéticos en un gen específico -el denominado PB2- pueden incidir en qué tan potente es el virus de la influenza", dijo Kawaoka.
Dado que el virus de la influenza sufre mutaciones constantes, y a que tan sólo algunos pequeños cambios pueden convertir a un virus no patógeno en uno altamente patógeno, deberíamos suponer que un brote de cualquier nueva cepa o sub-tipo, es potencialmente peligroso para los seres humanos", dijo.
Robert Lamb, profesor de bioquímica de Northwestern University, dijo que el informe es intrigante.
"Nos dice lo complicado que es comprender al virus de la influenza, pues una mutación pequeña en un gen puede darle virulencia ", señaló. "También nos dice qué tan peligroso es".
La enfermedad reapareció en Hong Kong recientemente, y las autoridades tuvieron que sacrificar de nuevo más de un millón de pollos.
El caso de Hong Kong fue la primera instancia documentada de un virus de influenza que pasó directamente de pollos a humanos, según el Instituto Nacional de Salud.
Esa transmisión a los humanos preocupa en particular a la gran cantidad de mercados de aves vivas en todo el mundo, incluidas zonas de Florida y Nueva York, dijo Kawaoka.
El virus debe entrar en las células del portador para reproducirse. Sus superficies resultan clave en esta tarea, y las proteínas de superficie de los virus de la influenza cambian con rapidez escapando a la detección del sistema inmunológico humano. Es por eso que deben desarrollarse nuevas vacunas contra la influenza cada año.
Otro dato importante es que los pequeños cambios pueden transformar enfermedades generalmente confinadas al aparato respiratorio, posibilitando la infección de otros órganos vitales como el corazón y el cerebro.
El doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergología y Enfermedades Infecciosas, que apoyó la investigación, señaló que el estudio "proporciona un panorama del surgimiento de los virus contagiosos, y puede ayudarnos a desarrollar mejores estrategias para detectar futuros brotes".