SANTIAGO.- Es fácil pensar en las moscas de la fruta como pequeños robots, que simplemente reaccionan de acuerdo a su ambiente. Pero al igual que los humanos, estos insectos se toman su tiempo para recolectar información y deliberar al encarar una decisión difícil, según fue revelado en un nuevo estudio.
Los hallazgos, publicados en la revista "Science", podrían ayudar a los investigadores a estudiar el desarrollo cognitivo y sus defectos en los humanos.
La comunidad científica por mucho tiempo ha estado fascinada por lo relativo a la toma de decisiones, afirmó uno de los autores del estudio, el Dr. Gero Miesenböck, especialista en neurociencia en la Universidad de Oxford.
"Viajando atrás al siglo XIX, psicólogos han medido cuánto demoran los humanos en tomar una decisión", afirmó. "Usualmente si le das a la gente una elección perceptualmente difícil, se demoran más, porque el cerebro necesita integrar información hasta que sea suficiente para tomar una decisión", añadió el especialista.
"Esta es la primera vez en un animal tan pequeño como la mosca de la fruta en que podemos demostrar que existen procesos similares", agregó.
Para estudiar cómo las moscas toman decisiones, investigadores de Oxford pusieron a los insectos en cámaras bifurcadas, rellenas en ambos lados por un aroma que se les enseñó evitar. Cuando el aroma era claramente más potente en un lado de la cámara, las moscas rápidamente decidieron estar en la cámara con el aroma menos fuerte. Pero cuando la diferencia entre ambas cámaras era sutil, las moscas tomaron más tiempo en tomar una decisión y con mayor recurrencia optaron por la cámara equivocada.
"Estábamos sorprendidos", dijo Miesenböck. "El pensamiento original era que las moscas sólo actuaban por impulso, que no tomaban tiempo para deliberar. Descubrimos que eso no es cierto", agregó.
El proceso se asemeja a la toma de decisiones en los humanos, afirman los investigadores, ya que los mismos modelos matemáticos usados para describir las acciones de gente deliberando, pueden ser usados para predecir el comportamiento de las moscas.
El paralelo entre la actividad mental de moscas y humanos parece ser el FOXP, un gen que está asociado al desarrollo cognitivo y al lenguaje de los humanos. Las moscas con una copia defectuosa del FOXP demoraban mucho más en tomar una decisión, según los investigadores. Defectos en las versiones humanas de FOXP han sido vinculadas a menor inteligencia y dificultades con el lenguaje.
Shamik DasGupta, especialista en neurociencia en Oxford y quien fue el autor principal del estudio, comparó el tomar una decisión con una versión defectuosa de FOXP con intentar recolectar agua con un balde con orificios. Antes de tomar decisiones, los circuitos cerebrales recolectan información de la misma forma en que un balde recoge agua. En cerebros sanos, la decisión es realizada cuando la cantidad de información alcanza cierto nivel. Pero cuando FOXP es defectuoso, "el flujo de la información al balde es reducido a un goteo o el balde tiene una filtración", escribió el autor.
El rol preciso que FOXP juega en varios procesos mentales a los que ha sido vinculado -movimiento, pensamientos, comunicación o toma de decisiones- sigue siendo un misterio, afirmó Miesenböck.
"Un factor que es común para todos estos procesos es que ocurren como secuencias sobre el tiempo", dijo Miesenböck. "Así que quizás lo que FOXP hace es que configura los circuitos cerebrales para que sean capaces de procesar secuencias de información", añadió.
Michael J. Frank, neurocientífico de la Brown University que no estuvo involucrado en el estudio, calificó de "intrigante" el hecho de que FOXP pueda estar implicado en las mismas tareas en moscas como en humanos. Una pregunta levantada por el estudio, aseguró, es si el gen defectuoso afectaría la habilidad de las moscas de recolectar información a través de otros sentidos.
"¿Podría extenderse a todos los dominios de control cognitivo o motor, o es específico a este particular tipo de tareas?", se preguntó.