PARÍS.- Una anestesia general antes del primer año de vida podría tener repercusiones en la memoria en la infancia e incluso después, según un estudio publicado hoy.
Investigadores estadounidenses han llegado a esta conclusión después de comparar la capacidad de memorización de dos grupos de 28 niños. Uno grupo había sido sometido a anestesia general antes de cumplir un año y el otro no.
Durante 10 meses, los niños, de entre 5 y 11 años, fueron sometidos a pruebas sobre su capacidad de recordar detalles que había en dibujos.
"Los niños no eran diferentes en términos de inteligencia o de comportamiento, pero los que habían sido sometidos a una anestesia tuvieron unos resultados significativamente más bajos que los otros", según un resumen entregado por la revista médica Neuropsychopharmacology.
Y es que "déficits de memoria incluso mínimos pueden tener consecuencias inmediatas reduciendo la capacidad de aprendizaje de los niños" escriben los investigadores de la Universidad de California.
En cambio, no se han detectado diferencias entre los niños que han sido sometidos a una sola anestesia o a varias antes del año.
Los mismos investigadores han realizado un estudio paralelo en 33 ratas anestesiadas durante la primera semana de vida y ha mostrado que estas reconocían peor los olores que las que no habían sido anestesiadas.
Ninguna rata sufrió daños en el cerebro, lo que probaría, según los investigadores, que la anestesia es la causa de la pérdida de memoria.
Estudios mostraron en el pasado que la anestesia puede destruir células nerviosas y afectar el funcionamiento de las sinapsis, pero su impacto en la memoria humana no había sido estudiado.
Los investigadores reconocen, no obstante, que harán falta otros estudios para saber si el déficit de memoria es reversible en el hombre.
"Estos resultados pueden incitarnos a preguntarnos sobre la necesidad de algunas anestesias", dice Greg Stratmann, uno de los coautores del estudio en un correo electrónico dirigido a la AFP.
Más allá de las cirugías, la anestesia general puede utilizarse para inmovilizar a un bebé durante algún examen médico como las resonancias magnéticas o en la colocación de algunos dispositivos.