Sistema Galileo
Agencia Espacial Europea (ESA)SANTIAGO.- La anomalía que se produjo durante la puesta en órbita el viernes pasado de los dos satélites del sistema de navegación europeo Galileo no supone ningún riesgo para la población, ya que su situación es estable, al igual que la parte del cohete que se encargó de su inyección final.
Así lo confirmó Arianespace, el consorcio europeo encargado del problemático lanzamiento con un cohete ruso Soyuz desde Kurú, al término de una reunión de crisis celebrada precisamente en esa base situada en la Guayana francesa.
Arianespace indicó en un comunicado que "el estado y el posicionamiento" tanto del dispositivo del cohete Fregat encargado de la inyección, como de los satélites, "son estables y no presentan ningún riesgo para la población".
Añadió que se ha procedido a desembarazar Fregat de su combustible y se ha despresurizado "de forma normal".
De acuerdo con esas conclusiones iniciales, la inyección de los satélites se produjo a una órbita elíptica con una excentricidad de 0,23 a 26.200 kilómetros de altura y una inclinación de 49,8 grados, cuando el objetivo era colocarlos en una órbita circular inclinada a 55 grados y a una altura de 29.900 kilómetros.
Arianespace aseguró que el despegue del Soyuz desde Kurú y la primera parte del vuelo se desarrollaron "de forma normal", con una separación de los satélites "según la secuencia prevista" y la recepción de la señal.
Los expertos del consorcio europeo van a continuar ahora "los estudios y los análisis" con sus socios rusos de Soyuz, con el cliente -la ESA- y con los industriales implicados en el desarrollo de los satélites con el objetivo de "determinar el perímetro de la anomalía y su impacto sobre la misión".
Comisión de investigación especializada
A ese respecto, a partir del lunes y a instancias de Arianespace y de la ESA se va a constituir "una comisión de investigación independiente para definir las causas precisas de esta anomalía y sacar las consecuencias y las acciones correctoras" que permitan que los Soyuz puedan volver a operar en el plazo más breve posible desde Kurú.
El presidente del consorcio, Stéphane Israël, aunque precisó que "es demasiado pronto para determinar las causas precisas" del incidente, presentó sus "excusas más sinceras" a su cliente, la ESA, y a la Comisión Europea, que es quien financia el programa Galileo, que puede verse ahora de nuevo afectado en sus plazos y probablemente también en su presupuesto.
En diciembre estaba programado un nuevo lanzamiento de Soyuz para poner en órbita otros dos satélites de Galileo, que en total debería disponer de 24 que, según la programación de la ESA, tendrían que estar listos en 2017 y a los que se habrían de sumar seis de repuesto.