HERZOGENAURACH, Alemania.- Es un "clásico" de los últimos 16 años: cada vez que Argentina termina su participación en un Mundial, se abre la "guerra" por la sucesión del seleccionador, y esta vez, con la renuncia adelantada por José Pekerman, no es la excepción.
Entre los candidatos que más suenan por estas horas figura el mismísimo Diego Maradona. Pero también Carlos Bianchi, Miguel Angel Russo, Alfio Basile y Américo Rubén Gallego cuentan con distintos grados de posibilidades de sentarse en el banquillo. Pero en Herzogenaurach, donde la selección erigió su campamento durante Alemania 2006, hoy reinó un "silenzio stampa" entre los dirigentes.
"Esto se terminó, es un ciclo que ya está finalizado y es seguro que no voy a continuar", dijo Pekerman tras la derrota argentina en desempate por penales ante Alemania, en cuartos de final del Mundial.
Sus palabras tomaron por sorpresa a la mayoría. Después de todo, Pekerman logró mejorar sustancialmente lo logrado cuatro años antes por su antecesor Marcelo Bielsa, que en Corea/Japón 2002 se fue en primera ronda, y además el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, ya había adelantado que quería seguir contando con los servicios del entrenador.
"Siempre fui muy prudente, las cosas hay que hacerlas en el momento que corresponden. Estoy convencido de que hice todo lo que tenía a mi alcance, pero hay que buscar otras cosas", dijo Pekerman en la noche del viernes, aun golpeado por una eliminación que llegó antes de lo deseado.
El seleccionador fue muy criticado por los cambios que realizó en Berlín, cuando Argentina aún se imponía por 1-0 a Alemania. En particular se cuestionó su decisión de no incluir a Lionel Messi, cuando todo estaba dado para que la albiceleste liquidara el pleito con su genio y su velocidad. Sin embargo, algunas encuestas realizadas por medios electrónicos arrojaron como resultado que los hinchas están dispuestos a renovarle el voto de confianza.
Tal vez por ello, y porque como sostuvo hoy el ex delantero Gabriel Batistuta "no hay ningún técnico que sobresalga del resto", Grondona tratará de convencer a Pekerman de que renueve el contrato firmado en octubre de 2004, cuando Bielsa dejó plantada a la selección en plenas eliminatorias.
"No lo preveía (al anuncio de Pekerman de cerrar su ciclo). José me pidió disculpas por no habérmelo dicho antes. No es momento para decidir nada. No hay nada cerrado. Más tranquilos, en Buenos Aires nos ocuparemos del tema", dijo Grondona, todavía sorprendido por la dimisión de su entrenador predilecto.
"Para mí Pekerman es la selección. Pero no sólo la mayor, es la Sub 15, la Sub 17, la Sub 20, los olímpicos. Todo. La selección y Pekerman son cosas que van de la mano", argumentó Grondona hace unos días, cuando todas eran rosas en el sendero del entrenador en Alemania.
¿Qué hará Grondona si Pekerman no revee su decisión? En la carrera por la sucesión, Maradona parece largar desde la 'pole position'. El titular de la AFA dijo en su momento que "El Diez" era "candidato natural" a seleccionador, y a fines del año pasado barajó la posibilidad de que se sumara al cuerpo técnico como manager o director general, algo que Maradona finalmente desestimó.
Claro está que Grondona probablemente no quiera lidiar con el alto grado de imprevisibilidad de Maradona, quien no tuvo felices experiencias como entrenador en Mandiyú de Corrientes y Racing Club, en los años noventa. Un tándem con su amigo Basile no sería para descartar como posibilidad.
Probablemente Bianchi, por el momento retirado de la actividad, sea el entrenador con mayor respaldo popular para suceder a Pekerman, aunque tiene una contra: Grondona y él no congenian. Russo y Gallego parecen partir de más atrás, pero podrían dar el golpe si el omnipoderoso presidente de la AFA se convence de su conveniencia.
