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Cristian Koch-Castro

Cristian Koch-Castro, representante regional del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)


—¿Cuánto tiempo puede llevar esta adaptación?


"Nosotros hemos planificamos un programa asistencial de dos años. Todo es relativo. Nada es matemático para nada. Si una persona aprende el español y por la vocación que tiene, por la profesión que tiene, encuentra trabajo y el demuestra a la asistente social que tiene un ingreso medio. Evidentemente, la ayuda de la comunidad internacional no se necesita".

—¿Qué tipo de ciudadanía van a tener ellos?

"La condición va a ser una que les permita libertad de movimiento y una estadía que les permita trabajar y tener acceso a servicios y condiciones como cualquier inmigrantes".

—¿Cómo se dividirá el aporte financiero para los refugiados?

"Los costos básicos para vivienda y alimentación van a ser cubiertos por ACNUR. Tengo entendido que, evidentemente, nosotros vamos a sufragar los costos por la educación español y también por los intérpretes al principio. El Gobierno chileno va a contribuir con la educación, con los accesos a la salud y la vicaría contribuirá con los asistentes sociales. Todos los actores están contribuyendo".

—¿Cómo se los subsidiará, específicamente?

"Los subsidios no pueden ser de un monto que pueda generar desigualdades con la población local, porque sería una injusticia. Somos conscientes que los países de acogida en Latinoamérica, el caso Brasil, Argentina y Chile, son países que también tienen problemas sociales serios. Nosotros no podemos pretender crear una casta especial por el hecho de ser (refugiado), no. Es lo mínimo para que ellos puedan tener una vida digna".
 
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