Tras el sismo de 9 grados Richter y posterior tsunami del 11 de marzo la firma nipona tuvo que cerrar una decena de plantas.

De esta forma, la compañía que administra la central nuclear accidentada de Fukushima, obtiene una nota B+ atribuida a los emisores que tienen una débil seguridad de reembolso a largo plazo.

La reapertura de esa factoría supone que las diez plantas que el grupo nipón tuvo que detener por la catástrofe se encuentran ya activas.

La empresa a cargo de la planta nuclear, TEPCO, descartó que se pueda cumplir con los plazos establecidos inicialmente.

El fuego fue controlado inmediatamente por los empleados, agregó un portavoz de Tepco, precisando que "no hubo ningún herido ni ningún escape radiactivo".

De confirmarse, Tepco indicó que la situación podría afectar al plan de retirar agua contaminada de los edificios de los reactores, para que los técnicos puedan entrar a trabajar.

Según Tepco el sistema de enfriamiento del reactor 3 de la planta pudo verse afectado por el terremoto.

Equipo de 18 expertos trabajará hasta el 2 de junio en la inspección de la planta nuclear.

Hasta ahora, la empresa operadora sostenía que sólo en el reactor 1 se derritieron en gran parte las barras de combustible.