Los Juegos Olímpicos
Su carrera como amateur terminó con aquella medalla de oro obtenida en Roma 1960 cuando venció en la pelea final al polaco Zbigniew Pietrykowski, pero lo cierto es que la historia tal vez no sería la misma si Joe Martin no hubiera convencido al futuro campeón de que no podían viajar a Italia en barco. Y es que el miedo a los aviones estuvo a punto de dejar a Clay en suelo norteamericano y sólo un paracaídas (que no se lo sacó durante todo el viaje) logró decidirlo finalmente por tomar aquel vuelo durante el cual rezó gran parte del trayecto.
Profesional
Luego de conseguir respaldo económico en su natal Luisville, el 20 de octubre de 1960 y en una pelea a seis asaltos derrotó a Turney Hunsacker, pero su objetivo ya estaba claro: Cassius Clay no perdía oportunidad para dejar en claro que quería despojar del título mundial a Floyd Patterson, pregonando además que su manera de boxear podía dejar en ridículo a la del entonces campeón, que además contaba con todo el respeto del público por contar con un talento que lo hacía de temer.
Pero había que ir de a poco cimentando el camino y haciendo crecer su, entonces, poca popularidad. Tuvo el descaro de decir por la prensa que vencería en el segundo round a Lamar Clark, un boxeador que venía de ganar sus últimas 45 presentaciones: todas por K.O. ¿Qué fue lo que sucedió el día del combate? El árbitro debió detenerlo cuando el entonces invencible Clark besó la lona dos veces ya con su nariz rota... Cuando apenas corría el segundo asalto.
Aparece un nuevo campeón
El cinturón de los pesos completos ya no estaba en manos del respetado Patterson, quien había cedido su título luego de caer en dos peleas seguidas ante Sonny Liston en combates que sumados no duraron más de cinco minutos.