Cameron Díaz | Justin Timberlake | Matt Dillon | Jared Leto
Cami, es su nombre familiar; en su vida de colegiala, “Skeletor” (el villano de la serie de animación He-Man) y Cameron en su vida de actriz y modelo estadounidense; pero su nombre verdadero es Cameron Michelle Diaz, considerada como una de las más sexys y solicitadas en el mundo del séptimo arte.
Esta rubia natural de ojos azules y 1,79 de estatura, ha cautivado con su gran sonrisa y extremada sensualidad. Nació un 30 de agosto de 1972, en San Diego, California, pero tiene descendencia cubano-americana, por parte de su padre, y anglo-alemana, por su madre. Un origen del que ella se siente muy orgullosa: “Mis raíces latinas son muy fuertes, pero como soy rubia y de ojos claros, la gente no me cree que soy hispana, ni siquiera los latinos, porque no luzco como tal”, explica.
Creció en Long Beach, junto a Chimene, su única hermana mayor; virgo es su signo zodiacal, su color preferido es el rosa y su equipo favorito de fútbol es el Brentford F.C.
Desde niña dio señales de poseer un espíritu independiente, aventurero y con grandes dotes histriónicos. Iba a estudiar zoología, pero su vida dio un vuelco cuando tomó la decisión de parar sus estudios de bachillerato en el Polytecchnic Hig Scholl y lanzarse, a los 15 años, como modelo. Fue descubierta por el fotógrafo, Jeff Dunas, en una fiesta de Hollywood, quien la conectó con la agencia de modelos “Elite” y se convirtió, con su tradicional belleza, en modelo a los 16 años.
Al siguiente año, en 1989, viajó a Japón, apareció en diversas revistas de modas como “YM”, “Seventeen” e hizo alrededor de 15 anuncios para la televisión, para marcas conocidas como “Nivea” y “Coca-Cola”. Durante cinco años estuvo viajando por Austria, México, Marruecos y París y a los 21 años regresó a California.
Terminó sus estudios de secundaria, por la presión de sus padres, sin abandonar el modelaje y con sus primeras pequeñas apariciones, como extra, en diversas series de televisión; dos años después fue seleccionada, en 1994, para trabajar en la película “La Máscara”, pero lo que la hizo realmente famosa fue su papel en la película “Loco por Mary” (“There's something about Mary”), en 1998.
Al igual que muchas actrices, esta esbelta y llamativa blonda de miradas celestes, cuyo toque la distingue del resto de las californianas, ha estado también en la mira de los papparazis. Pero ¡ojo!, está claro que es atractiva y famosa, no obstante, tiene un carácter de los mil demonios cuando se trata de defender su derecho a la privacidad.
Con su fama de malhablada que le divierte sembrar, se declaró una fervorosa luchadora contra la invasión de los artistas. En una oportunidad, estando en los Ángeles, ella y su joven novio Justin Timberlake fueron acusados por agraviar y lesionar corporalmente a dos papparazis, porque no querían dejarse fotografiar. De armas tomar, al parecer fue ella quien, aprovechando que su novio los insultaba, los golpeaba para arrancarles sus cámaras.
En otra oportunidad, después de dos años, ganó en tribunales un juicio a un fotógrafo que quiso venderle, por más de tres millones de dólares, unas fotos (a cambio de no publicarlas) que le tomó en topless cuando ella tenía 19 años; logró que lo sentenciaran por tres años y ocho meses de prisión efectiva. Fue acusada de ser infiel y demandó al periódico “The Sun”, porque publicaron que la habían visto besándose con un productor de televisión.
Interpuso otra demanda contra un sitio de Internet ruso que distribuyó un video comercial de sadomasoquismo que ella protagonizó cuando tenía 19 años. A pesar de todo, el video se distribuye en páginas pornográficas y redes de P2P.
Divertida, bella, iracunda y audaz como en ‘Los ángeles de Charlie’, es conocida por su impuntualidad a la hora de establecer encuentros, sobre todo con los medios. En una oportunidad dijo que no le gustaba dar entrevistas y que ser famosa le resultaba interesante, pero, al mismo tiempo, le desagradaba. Añadió que hoy la prensa tiene un interés distinto y que hay más revistas de chismes que antes. Cameron dice que no deja de preguntarse qué es lo que quieren de ella.
No disimula su molestia con la prensa, es muy usual que entre las luces y los flash devele a los medios frases típicas como: “OK, muchachos, ¿Cuántas fotos piensan sacar? ¿Así se comunican también en sus vidas privadas? Es insano. En serio, estoy por sufrir una crisis nerviosa de tanto click y flash”.
A pesar de luchar por la privacidad, no tiene ningún problema en revelar sus preferencias como andar sin sostén, diciendo que es innecesario por el tamaño y forma de sus pechos, ventilar su problemas graves con el acné, contándole a la prensa que una vez no pudo cerrar un jugoso contrato con Proactiv, porque no pudo tapar su acné con maquillaje; y a mostrar claramente su oposición contra el gobierno de Bush.
Los medios tampoco son benévolos y no dejan de poner sus lupas sobre lo que hace Cameron. El pasado 28 de febrero, publicaron unas fotografías donde ella se encontraba junto a Drew Barrymore, en Hawai, acostadas en un parque tomando sol y fumando marihuana en una plaza pública; las fotos fueron divulgadas por el portal Javno.com.