En la primera Cumbre los Mandatarios acordaron institucionalizar el diálogo y fijaron un calendario para los siguientes encuentros. La flamante Conferencia Iberoamericana consagró como principios rectores la democracia representativa, el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, la vigencia del derecho internacional y el derecho de cada pueblo a decidir libremente su sistema político. o.
La reunión se celebró en el año del quinto centenario del descubrimiento de América. Se buscaron instrumentos operativos para llevar a la realidad los propósitos del primer encuentro y se creó un grupo coordinador formado por cinco países para agilizar los trabajos de la conferencia.
El encuentro se centró en el desarrollo social y la pobreza y, por primera vez, en el documento final se pidió indirectamente el fin del embargo comercial estadounidense a Cuba, al expresar la necesidad de eliminar "la aplicación unilateral, por cualquier Estado, con fines políticos, de medidas de carácter económico y comercial contra otro Estado".
La Cumbre manifestó la necesidad de fortalecer el proceso de integración comercial, para contribuir al desarrollo económico y social de los pueblos. Los Mandatarios pidieron a Cuba su pronto retorno a la democracia y reiteraron su condena al embargo estadounidense. Además, se subrayó el papel de España y Portugal como enlace entre Europa y América Latina.
La reunión giró en torno a la educación como factor de desarrollo económico y social. Los participantes firmaron además un convenio para la cooperación, en el cual se establecieron cuestiones vinculadas con la puesta en marcha de programas y con las formas de financiamiento.
El tema central del encuentro fue la gobernabilidad democrática. El texto final señaló la necesidad de realizar transformaciones sociales, económicas y culturales para disminuir la exclusión social, para las cuales se destacó la "intransferible función" del Estado.
Fue una Cumbre marcada por la polémica en torno al concepto de "información veraz", y la relación entre los medios y los gobiernos. El tema que convocó a los Mandatarios fueron los valores éticos en la democracia.
La reunión se desarrolló alrededor de los desafíos de la globalización y la integración regional.
La principal decisión emanada de este encuentro fue la decisión de crear una Secretaría de Cooperación Iberoamericana, con sede en España, para coordinar los proyectos comunes. Al margen de la Cumbre, algunos Mandatarios o sus cancilleres se reunieron con disidentes cubanos, lo cual generó malestar en el gobierno de Fidel Castro.
El tema central de la Cumbre fue la situación de la infancia, pero la noticia estuvo en otro lado. Tras un áspero debate, Cuba decidió abstenerse de firmar un pronunciamiento contra el terrorismo de ETA, por considerar que también debían repudiarse los "actos terroristas" contra la isla. Las autoridades panameñas detuvieron a un grupo de anticastristas que planeaban atentar contra la vida de Fidel Castro, después de que éste denunciara un complot para matarlo.
La reunión, en la cual Fidel Castro por primera vez no participó, se realizó dos meses después de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos. El tema oficial fue "Unidos para construir el mañana", y las discusiones principales giraron en torno a la situación económica y el terrorismo, que fue condenado en una declaración especial.
Tras constatar que los encuentros anuales de los Mandatarios iberoamericanos "languidecían", los participantes en la Cumbre dominicana decidieron encargar al Presidente saliente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, la creación de un grupo de trabajo para revitalizar las reuniones y convertir a los países miembros en una "comunidad con personalidad jurídica internacional".
Aunque el lema central fue la "Inclusión social, motor de desarrollo en la Comunidad Iberoamericana", la Cumbre se vio marcada sobre todo por los acontecimientos nacionales -la ascensión a la presidencia de Carlos Mesa tras las protestas sociales que provocaron la caída de Gonzalo Sánchez de Lozada- y la presentación del "Informe Cardoso" con el objetivo de crear la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) como órgano permanente.
En una reunión marcada por las grandes ausencias -muchos Mandatarios priorizaron otros encuentros paralelos, como el de la APEC en Chile- se aprobaron finalmente los estatutos de la SEGIB y el objetivo de designar, antes de la Cumbre de Salamanca, un secretario general. Bajo el lema "Educar para progresar", los Mandatarios insistieron en la importancia de la educación como medio de salir de la pobreza y la desigualdad, y se debatió la propuesta española de canje de deuda por educación.
Tres temas principales fueron abordados en esta oportunidad: "La realidad socioeconómica de la Comunidad y sus retos hacia una Agenda iberoamericana"; "La migración iberoamericana" y la "Proyección Internacional de la Comunidad Iberoamericana de Naciones". Otro de los asuntos, impulsado por España, fue el del proyecto de canje de deuda por educación. La Cumbre estuvo marcada además por la puesta en marcha de la SEGIB, el organismo con el que se quiere dar unidad y cohesión a los encuentros, que en los últimos años fueron perdiendo fuerza.
El tema fue "Migraciones y Desarrollo". En una Cumbre con muchas ausencias, la preocupación giró en torno a cómo "gestionar" las migraciones como un fenómeno integral que va más allá del trasiego de latinos que buscan mejores oportunidades en las naciones más poderosas. Uruguay y Argentina aceptaron el ofrecimiento del rey de España, Juan Carlos I, de oficiar de "facilitador" del diálogo entre ambos países por la controversia sobre el impacto ambiental de la fábrica de pasta de papel emplazada en la orilla uruguaya del límite fluvial común.