Hoy Chile e India tienen lazos económicos con gran potencial, según estiman hombres de negocios con los que tuvo contacto la delegación de Fundación País Digital.
Durante 2006, Chile exportó a India 58,2 millones de dólares, principalmente cobre, yodo, harina de pescado y almendras. En cambio, importó 35,4 millones de dólares, sobre todo vehículos de turismo, guantes, mitones y sulfato de cobalto. Ver infografía
Dos empresas indias tienen presencia destacada en Chile: Tata Consultancy Services (TCS), filial del transnacional indio Tata, y Evalueserve, ambas con crecimiento sostenido desde que tienen presencia en suelo nacional.
N Chandrasekaran, director ejecutivo de TSC, rescata la importancia de Chile para su compañía: “Chile es parte integral de nuestra estrategia, no sólo para vender en el mercado local, sino también para vender a otros países de América Latina. Definitivamente, esperamos crecer en Chile y Latinoamérica en los próximos años”.
Con 2.500 empleados en Chile, 100 de ellos indios, TCS presta servicios a casi toda la banca chilena y a varias Isapres.
Ashish Gupta, jefe nacional en India de la firma Evalueserve, que provee servicios analíticos y de investigación a nivel mundial, estima que “hay gran cantidad de oportunidades para colaborar”.
Luego del paso por Mumbai, Bangalore y Nueva Delhi, la delegación chilena ya tiene una idea de dónde están los desafíos.
El senador Fernando Flores cree que hay un punto de encuentro entre Chile e India: “En el sentido de que uno no va a poder manejarse en el mundo de los servicios sin tomar en cuenta las compañías de outsourcing y de infraestructura de servicio de software”.
La delegación chilena en pleno en la llamada "Puerta de la India", construida en 1911 en Mumbai (en ese entonces Bombay) con motivo de la visita del rey Jorge V y la reina María de Inglaterra.
El gerente general corporativo de Entel, Richard Büchi, estima que “lo más relevante en ellos es el tema de la capacitación humana. Toman estudiantes graduados, en seis meses los convierten en programadores y los meten en áreas de servicios y dan atención a todo el mundo”.
“Money, milk and rice”, pide en su mínimo inglés una joven de no más de 14 años que carga un bebé que duerme para espantar los 35 grados de temperatura ambiente
