La alegría de las calles era una muestra de que ahora sí vienen verdaderos cambios para Chile. Cambios en donde la mano de la mujer -ésa más integradora, más sensible, más participativa- se debiera notar.
El camino no parece fácil; se debe trabajar en un mundo construido con las reglas de los hombres y cuya inercia o pertinaz tendencia a permanecer, hacen presumir que se necesitará mucho esfuerzo.
Con motivo de la celebración del “Día Internacional de la Mujer” nos pareció válido preguntarle a aquéllas que están en lo público, ejerciendo ya el poder y asumiendo el liderazgo femenino en distintos ámbitos, ¿qué cambios debiéramos esperar con el “poder femenino”? ¿En qué debiera notarse la mano de la mujer en Chile?
Respuestas hubo muchas, pero el común denominador fue que la mujer está en lo público y está para quedarse; que sus desafíos son muchos, entre otros demostrar que lo puede hacer tan bien como los hombres; y que existe la certeza de que ella se la podrá… que esa mano de mujer se traducirá en una sociedad más buena, más abierta, más cercana.
