Si está pensando en comprar un vehículo que ha estado detenido durante un prolongado tiempo u olvidó cuándo debe cambiar el aceite de su auto, le recomendamos tener cuidado y para ello le contamos la función que cumple el lubricante y qué puede ocurrir si no es sustituido en el periodo correcto.
Es que cambiar el aceite del auto es una de las tareas básicas de mantenimiento para que el vehículo funcione sin problemas. Por ello es que se debe entender el rol que desarrolla para la vida del propulsor, ya que lo lubrica y protege formando una capa que reduce el deterioro que causa la fricción. Además, hace que la temperatura del motor se mantenga baja.
Si el aceite no es sustituido dentro del periodo que el fabricante indica, se arriesga a que las piezas metálicas del motor se deterioren rápidamente y se acumule mugre en el filtro generando un mal funcionamiento de la maquinaria. A lo anterior, se suma una de las consecuencias más peligrosas, el aumento de la temperatura en el motor.
Por eso es muy importante que periódicamente sea revisado el nivel de lubricante a fin de evitar graves problemas futuros.
Generalmente, en el manual del vehículo se indica cuánto se puede mantener el aceite, cifra que fluctúa entre los 5 mil y 30 mil kilómetros.
Si bien estas indicaciones permiten ampliar el margen de uso del aceite se recomienda que esta extensión no sobrepase los 5 mil kilómetros.
Los especialista recomiendan además que junto con la sustitución del lubricante se haga el cambio de filtro, de los contrario el relevo no tendrá el efecto que se busca.
Habitualmente el fabricante indica cuál usar, así que si no sabe qué aceite ocupar o cómo elegirlo, no se preocupe. Claro que también se puede escoger el que más le acomode al usuario.
Las marcas usan el multigrado, que a través de un código muestra la viscosidad, como por ejemplo 10W40 o 5W30. Combinar marcas no es tan grave como sí lo es la mezcla de viscosidades.
En resumen, si el aceite del motor no es cambiado en el periodo correcto, puede ocurrir:
1.- Deterioro precoz del propulsor
2.- Sonidos debido a la falta de aceite, como ruidos metálicos.
3.- Arqueos de levas.
4.- En casos más extremos, que el motor se quiebre, ya que luego de tanto roce entre las piezas metálicas, finalizan enganchándose y así bloquean el movimiento.