La evolución de los automóviles en materia de propulsión, que tiende a enfatizar la eficiencia de consumo y la minimización de las emisiones, parece dejar poco espacio a las cajas de cambio manuales. ¿Pero correrán estos artefactos el mismo destino que la máquina de escribir y el fax?.
Hay que señalar que las cajas de cambio manuales existen en los vehículos por más de un siglo. Todo cambió durante los años 40, fecha en que las primeras cajas de cambios se comenzaron a popularizar en Estados Unidos.
Hay que destacar que en 1980, cerca del 35% de los autos vendidos eran manuales. Ya para el año 2005 tal cifra había bajado de manera brusca a menos de un 6%, según J. D. Power. Estudios de algunos fabricantes señalan que en Estados Unidos menos de un 5% de vehículos vendidos hoy son con cajas manuales.
Todo parte porque las antiguas debilidades de los autos automáticos con convertidor de par van quedando atrás. El habitual mayor gasto de combustible y frenos con respecto a los manuales no solo ha desaparecido, sino que se ha revertido en favor de las cajas automáticas, las cuales son además, mucho más cómodas.
De acuerdo a Marcos Olivari, gerente técnico de Fiat, “al conducir en congestión no hay nada más cómodo que un vehículo con cambio automático ya que evitas estar en constantemente presionando el embrague cada vez que necesitas pasar un cambio”.
Y no solo eso. “Con respecto al consumo de combustible de las cajas, antiguamente las manuales tenían 10% más de rendimiento que las automáticas y en la actualidad se ha ido igualando con nuevas tecnologías. Puedes encontrar cajas automáticas con diferentes tecnologías, desde las que utilizan convertidor de par, hasta las denominadas TCT que son con doble embrague”, agrega Olivari.
Todo eso hablando de los autos de propulsión convencional, pero resulta que la industria transita hacia otras arquitecturas, como las híbridas y las eléctricas. Los vehículos híbridos no pueden llevar por principio cajas manuales, deben ser automáticas debido al complejo sistema de coordinación mecánica entre motores eléctricos y a combustión. En tanto, los autos eléctricos puros llevan cajas de cambio de una sola marcha con una entrega de par constante a todo régimen de giro.
Los vehículos alimentados por célula de combustible son eléctricos en cuanto a transmitir la fuerza a las ruedas, por lo que llevarán cajas de cambio de una sola marcha, que casi no tienen partes móviles.
No obstante, Alejandro Jeame, gerente técnico de Chrysler, señala que “hay algunos fabricante e investigadores que proponen la presencia de una transmisión que permita aumentar aún más el desempeño de este tipo de vehículos, dado que a pesar de contar con el mismo empuje constante desde 0 km/h hasta todo lo que se pueda obtener del motor, este empuje se acaba cuando el vehículo alcanza su potencia máxima y ahí se mantiene estable. Por lo que, al igual que el resto de la industria, la tendencia es a incluir una transmisión al automóvil eléctrico”.
A pesar del poco auspicioso panorama para las cajas de cambio manuales, es el propio Jeame el que cree que podría quedar un nicho para las cajas manuales: “Los usuarios de vehículos de alto desempeño y que gustan de poner su sello al momento de conducir prefieren la transmisión manual o mecánica, debido a que permite un manejo deportivo al mantener un cierto nivel de gestión por parte del conductor. Por lo anterior se podría pensar que este tipo de caja de cambios tendrá cada vez una menor aplicación pero probablemente no sea su final todavía”.
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