SANTIAGO.- El caso que involucró al antiguo presidente del fabricante automovilístico de la gama alta Audi, Rupert Stadler, sigue generando ruido luego que presentara un recurso en contra de la prisión preventiva que le fue aplicada.
La policía alemana detuvo el 18 de junio a Stadler por las sospechas de fraude en relación al "dieselgate" de la casa matriz Volkswagen y desde entonces permanece detenido en Augsburgo.
Se trata de la primera detención de un presidente de las compañías automovilísticas que forman el grupo Volkswagen.
Ahora el Juzgado de Múnich estudiará si acepta el recurso de Stadler, que ha sido interrogado en varias ocasiones desde su detención, dijo una portavoz de la Fiscalía de Múnich.
Se sospecha que Stadler tenía conocimiento de la manipulación en Europa, después de que saliera a la luz en EE.UU., pero no ordenó que se interrumpieran las ventas.
El escándalo del "dieselgate" estalló en septiembre de 2015, cuando la agencia estadounidense de medioambiente, la EPA, acusó a Volkswagen de haber equipado 11 millones de sus vehículos diésel, unos 600.000 de ellos en Estados Unidos, con un dispositivo capaz de falsificar el resultado de las pruebas anticontaminación y de disimular emisiones que a veces eran hasta 40 veces superiores a los límites autorizados.