SANTIAGO.- La investigación por el fatal atropello protagonizado por un vehículo autónomo Uber entregó nuevos datos sobre el accidente que terminó con la vida de Elaine Herzberg en un caso que puso en el centro de la polémica a las empresas que trabajan con la tecnología autónoma.
Hace unos meses se conoció que Uber deshabilitó los sistemas de seguridad que incorpora de serie el Volvo CX90, vehículo utilizado por la empresa de transporte para realizar las pruebas autónomas, e instaló los suyos propios.
Bajo esa premisa es que el centro estadounidense Insurance Institute for Highway Safety (IIHS), uno de los más prestigiosos del país en materia de seguridad del automóvil, llegó a la conclusión que la muerte de la mujer se podría haber evitado de tener activados los sistemas de seguridad de Volvo.
“El sistema de prevención de colisiones en el XC90 habría evitado o mitigado este bloqueo, pero nunca se le dio la oportunidad de intervenir o incluso alertar al conductor de la prueba”, dijo David Zuby, director de investigación del Instituto.
En ese sentido añadió que “lo que es escalofriante es que los ingenieros detrás del programa de software de Uber deshabilitaron la capacidad del sistema para evitar un escenario de vida o muerte mientras se probaban en la vía pública”.
El mismo informe señala que en las pruebas del IIHS, el XC90 obtiene la calificación más alta para la prevención de colisiones frontales, de ahí que en un caso hipotético habría salvado la vida de la mujer.