Cuantas veces no ha visto a personas manejando muy pegadas al volante y a otras casi recostadas en su butaca. Pues bien, lo cierto es que los expertos indican que no hay que sentarse ni demasiado lejos ni demasiado cerca del manubrio. La parte superior del reposacabezas debe quedar a la altura de los ojos. La distancia del asiento debe permitir pisar el embrague a fondo y mantener un poco doblada la rodilla; el volante siempre debe ir a la altura de los brazos estirados con la muñeca apoyada en la parte superior del mismo. Respetar estas sencillas indicaciones permitirá una conducción más agradable y, lo que es más importante, una rápida reacción para controlar el vehículo en caso de ser necesario.
A mayor velocidad, mayor debe ser la distancia que ponga con el vehículo que va delante usted. De no hacerlo, se arriesga a protagonizar uno de los miles de “choques por alcance” que se registran mensualmente. Los expertos recomiendan calcular aproximadamente 0,5 metros por cada kilómetro/hora de velocidad. En cualquier caso, esta distancia siempre tiene que adaptarse a las condiciones de la vía y climatológicas, en calzadas mojadas siempre debe ser el doble que en las calzadas secas. Es necesario recordar que los demás conductores deben saber respetar el espacio de seguridad existente entre dos vehículos y no aprovechar la situación para “meterse a la mala”. Además de ser una acción poco respetuosa resulta ser arriesgada, ya que puede ocasionar un accidente de transito.
¿Suele olvidar señalizar al momento de doblar en una esquina o cambiarse de carril? Si la respuesta es sí o a veces, debe saber que esa práctica puede inducir a error al resto de automovilistas que va detrás de usted. Es sorprendente como muchos conductores “olvidan” hacer uso de los intermitentes para indicar sus virajes o cambios de carril. Con un gesto tan sencillo cómo indicar la dirección que se va a tomar, el resto de conductores queda avisado de cual es su camino reduciendo considerablemente el peligro de colisión.
Pareciera que muchos conductores hubiesen aprendido a manejar en un camión, ya que tienen la costumbre de abrirse para el lado contrario donde quieren doblar. Es decir si deben girar a la derecha muchos dirigen el vehículo hacia la izquierda para conseguir un mejor radio de giro, acción que puede entorpecer al vehículo que circula por el carril contiguo y terminar en un accidente. Recuerde que su auto tiene una dirección asistida que le permite virar sin problemas en una intersección, solo debe mover un poco más los brazos.
Entiéndalo bien, la pista izquierda en una autopista es solo para adelantar a los vehículos que circulan más lento. Tras un adelantamiento hay que volver a la parte derecha de la vía. Así se favorece la circulación y consigue evitar accidentes.
En las incorporaciones o salidas de las autopistas hay que respetar siempre la prioridad de paso para no obstruir el tránsito. Hay que recordar además que los pasos de los peatones son “sagrados”. Y en el caso de las rotondas estas infraestructuras se rigen por unas pautas muy claras, aunque muchos las desconocen.
Es fundamental ver y ser visto. El reglamento sólo indica que debemos encender las luces cuando cae el sol y en las autopistas interurbanas, pero es recomendable llevarlas siempre encendidas. Los neblineros delanteros y traseros es mejor no prenderlos a menos que haya niebla, ya que molestan mucho a los otros conductores.
Muchos conductores creen que pueden estacionar o detener su vehículo donde les de la gana, generando insoportables tacos y entorpeciendo el flujo normal del tráfico. “No molesto a nadie” o “solo un minuto” resultan ser excusas habituales en este tipo de conductores que no comprenden la molestia que genera su accionar. Por ejemplo, es habitual ver este tipo de comportamiento cerca de colegios donde incluso hay quienes se estacionan en segunda fila. La solución es muy sencilla, respete las zonas para aparcar el auto y de no encontrar uno frente a su lugar de destino estacione más lejos y camine algunas cuadras, incluso le hará bien para la salud.
Estudios han demostrado que el tiempo de reacción de un conductor promedio ante una situación de emergencia vial está en torno a los 0,75 segundos. Dicho cronos aumenta considerablemente si el piloto tiene sueño o está cansado. De ahí que la principal recomendación es no manejar si está en esa condición y, en el caso de estar a la mitad de un viaje, lo ideal es que el conductor pueda detenerse y descansar. Pese a ello, si no puede hacerlo, lo mejor es que mantenga una distancia razonable de los otros vehículos para tener más tiempo de reacción en caso de ser necesario.
Cuando se está conduciendo tener una mano ocupada y la atención puesta en otro asunto que no sea sólo la conducción genera una falta de concentración que puede acabar en accidente. Lo mejor es que no se fume ni se coma mientras se conduce y tampoco se utilice el teléfono aunque se tenga manos libres.
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