Museo del Automóvil de Orlando en Florida
El Museo del Automóvil de Orlando en Florida, Estados Unidos, decidió poner a la venta uno de los autos más icónicos del cine de fines de los años 70 y principio de los 80. Se trata del Ford Falcon V8 Interceptor que saltó a la fama luego de aparecer en la película Mad Max de 1979 y que fue protagonizada por Mel Gibson.
Conocido como “Pursuit Special”, el coche era un Ford Falcon XB GT coupé de techo duro salido de fábrica en 1974 con tracción trasera y cambio manual de cuatro velocidades.
Debajo de su capó tiene un bloque V8 de 5.7 litros que ofrecía una potencia máxima de 300 CV y 515 Nm. que le permitía ir de 0 a 100 en 8.1 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 193 km/h, cifra considerada como extremadamente rápida para esa época.
Historia
Para aparecer en la cinta post-apocalíptica el coche fue modificado para dar una imagen más ruda y agresiva. Para eso se le añadieron los tubos de escape laterales, un frontal carenado y un enorme compresor volumétrico.
Tras finalizar la producción se ordenó vender el coche dado que los costos de producción de la cinta no podían ser cubiertos y se intentaba recuperar todo el dinero posible invertido en la cinta.
Luego que se confirmara la segunda entrega, el Falcon fue rastreado por la producción de la saga y vuelto a comprar para ser parte de la cinta.
Ya sumado al reparto de "Mad Max 2: El Guerrero de la Carretera" (1981), se decidió modificar nuevamente el Falcon agregando nuevas llantas de aleación y neumáticos, un depósito de gasolina en la zaga y otros retoques para mantener su agresividad.
Lo que es mejor aún, dicen los fanáticos de los autos y el cine, es que se le dio "una nueva oportunidad de vivir", aún cuando fue nuevamente desechado cuando finalizaron las grabaciones, quedando abandonado en un cementerio de autos en la localidad de Adelaida, Australia.
No obstante, tras el éxito de las dos primeras entregas hubo quienes se dieron cuenta de la ausencia del coche e iniciaron una intensa búsqueda hasta hallarlo. Con el tiempo el vehículo fue restaurado y se convirtió en un valioso artículo de exhibición de la película australiana más famosa de aquellos años.
Dice la historia que el dueño del coche, Bob Fursenko, invirtió unos 15.500 euros, poco más de 13 millones de pesos en la actualidad, para que el “Pursuit Special” volviera a la vida como una “verdadera estrella” de cine.
De hecho, el primer lugar donde se vio públicamente tras ser salvado de la destrucción, fue en el evento anual Launceston Show, donde se robó las miradas de los asistentes que no tuvieron problemas en pagar un dólar para sentarse frente a su volante.
Con el paso de los años el coche cambió de propietario hasta llegar al año 2011 cuando de forma privada el gerente inmobiliario Michael Dezer compró el inventario completo del museo Cars Of The Stars, con sede en el Reino Unido, para abrir el Museo del Automóvil de Miami en 2012.
Desde entonces el coupé australiano ha sido una atracción junto a otros autos que dieron vida a la cultura pop del automóvil como el mítico DeLorean DMC-12 de “Volver al Futuro”.
Ahora el museo cambiará de domicilio y se espera que el coche ayude a financiar parte del traslado y de ahí su puesta a la venta, más ahora que las expectativas son altas tras la muy exitosa subasta del Ford Mustang de Steve McQueen en “Bullitt” de 1968.
Se cree que el auto debería alcanzar un precio interesante aún cuando nadie se aventura a dar un valor aproximado, más aún si se considera que, a diferencia del Mustang de McQueen, este apareció en las dos primeras entregas de la cinta.