Pese a que la organización intentó por todos los medios mantener la realización del tradicional Salón del Automóvil de Ginebra, esta jornada se confirmó que el encuentro motor, uno de los más tradicionales de Europa, se suspenderá ante la amenaza del coronavirus.
La decisión fue adoptada luego que el gobierno suizo prohibiera cualquier evento privado o privado que congregue a más de mil personas.
La restricción se extiende hasta el 15 de marzo próximo fecha en que debía concluir la cita motor que abría sus puertas el próximo martes 3 de marzo para la prensa internacional y el jueves 5 para el público en general.
La drástica medida se da a conocer luego que el miércoles pasado el gobierno suizo confirmara el primer caso de coronavirus detectado en el país, situación que no hizo variar los planes de celebración del Salón.
Sin embargo, la prohibición de las autoridades suizas y el aumento de las cifras de infectados a 15 personas (a mediodía de este viernes 28), ha sido suficiente para llevar a la cancelación de la muestra.
"Lamentamos esta situación, pero la salud de todos los participantes es nuestra prioridad principal. Es una causa de fuerza mayor y una pérdida tremenda para los fabricantes que habían invertido de forma masiva en su presencia en Ginebra. Sin embargo, estamos convencidos de que entenderán esta decisión", la dicho Maurice Turrettino, Presidente de la Junta de la Fundación.
Temor de los asistentes
La jornada de ayer jueves ya se había informado que el Salón del Automóvil de Ginebra congregaría a un reducido número de expositores luego que los fabricantes de vehículos asistentes decidieran reducir al máximo el número de sus delegaciones como parte de las medidas dispuestas para minimizar el impacto del coronavirus.
Por ejemplo, el fabricante japonés Toyota había informado que solo pretendía enviar a un pequeño grupo de representantes calificado como "crítico para el negocio".
Igual cosa había informado el Grupo Volkswagen que acortó al máximo su presentación en la cita motor, a la vez que también ordenó asistir con una pequeña delegación.
Otros fabricantes de vehículos, especialmente chinos, se encontraban en una complicada situación ya que ni siquiera habían podido hacer llegar sus nuevos modelos o prototipos que estaban "atascados" en puertos y aduanas.