En medio de la incertidumbre que genera el coronavirus a nivel mundial, la industria automotriz también vive momentos complejos y los fabricantes ya temen a una posible paralización de la producción de algunos modelos a finales de marzo en Brasil por la falta de importación de piezas procedentes de China.
El presidente de la Asociación Nacional de Vehículos Automotores de Brasil (Anfavea), Luiz Carlos Moraes, expresó en una rueda de prensa la preocupación del sector ante los posibles problemas en el abastecimiento de piezas procedentes del país asiático, el principal proveedor de Brasil en este sector.
A pesar de la alerta, Moraes transmitió un mensaje de tranquilidad y aseguró que los fabricantes tienen alternativas para sortear los posibles efectos del coronavirus, cuyo epicentro es China.
"Algunas fabricantes pueden tener un riesgo mayor que otras, pero si alguna de ellas tiene que parar, la compensación puede ser hecha al mes siguiente", agregó.
Cancelación del Salón del Automóvil
Sumándose a otras decisiones internacionales, la asociación del sector también anunció la suspensión del Salón del Automóvil de Brasil, uno de los principales eventos anuales del sector de la automoción en Latinoamérica, después de que más de una docena de marcas manifestara su retirada del evento.
En ese sentido, Anfavea pidió un posicionamiento del Gobierno brasileño para reducir los efectos económicos del coronavirus, el cual ha derribado las bolsas de todo el mundo, entre ellas la brasileña.
El virus también ha presionado fuertemente al real brasileño, que se encuentra en el menor nivel de su historia, ya que la fuerte aversión al riesgo por parte de los inversores ha hecho disparar el valor de la divisa estadounidense.
De acuerdo con Anfavea, si el dólar continúa por encima de los 4,6 reales en Brasil, como se encuentra en este momento, el costo anual de la importación podría pasar de 13.000 millones de reales (unos 2.286 millones de dólares) en 2019, a 21.000 millones de reales (unos 5.250 millones de dólares) en 2020.
"Tenemos un problema que necesitamos enfrentar. ¿Vamos a dejar la bicicleta parar o vamos a mantenerla en movimiento?", cuestionó el presidente del organismo.
